Foto: Jaliosky Ajete Rabeiro
Por: Roberto Morejón
El habitual sosiego de los fines de semana en Pinar del Río ha sido relegado por la continuidad de los ajetreos febriles y organizados, a fin de restañar las hondas heridas causadas por el intenso huracán Ian en la occidental provincia cubana.
Los recintos habilitados para la venta de materiales de la construcción, cuyo precio se financia en la mitad por el Estado, abrieron sus puertas el sábado y domingo últimos, en sintonía con los urgentes requerimientos de los damnificados.
Tal agitación se justifica si tenemos en cuenta que el potente fenómeno meteorológico que cruzó el occidente de Cuba el 27 de septiembre último con vientos de más de
Las imágenes sobre pinareños tratando de reunir materiales que volaron por los fuertes vientos y así guarecerse de inmediato, generaron solidaridad entre los cubanos.
El constante acarreo de cubiertas para vender a las personas afectadas por el meteoro garantiza en Pinar del Río una cobertura estable, gracias a concentrarse hacia allí los principales esfuerzos del país, al ser la provincia más golpeada.
Si bien recobrar el techo prosigue como aspiración legítima de los que recibieron afectaciones parciales, nadie olvida a los que perdieron totalmente casas y bienes.
A más de dos semanas del cruce del devastador fenómeno meteorológico seguían evacuadas más de 5 mil 200 personas, a quienes les entregan alimentos y útiles esenciales.
Cubanos residentes en todos los territorios entregan bienes y recursos financieros para enviar disciplinadamente hacia los damnificados en Pinar del Río, hacia donde también marcha el socorro internacional.
Es el caso de una planta potabilizadora suministrada por organismos especializados de
A una mejor asignación del agua debe contribuir el avance de trabajadores de la electricidad de Pinar del Río y del resto del país en su empeño de reponer postes, cables y transformadores en el piso.
Poco más de la mitad de los consumidores pinareños disfruta ya de la conexión eléctrica, pero nadie descansa porque decenas de miles aún carecen de él, por la magnitud del desastre.
Es cierto que a quienes no ha podido llegar esa prestación les parecerá una eternidad el percance, pero se insiste en trasmitirles mensajes de aliento, junto a la entrega de otras ayudas, pues resulta imposible retornar a la normalidad al unísono en todo Pinar del Río.