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Por: Roberto Morejón

 Una reunión de negocios entre empresarios de países cercanos geográficamente resulta normal, pero si son cubanos y estadounidenses es un hecho singular.

 Así puede calificarse el encuentro organizado en La Habana por la Cámara de Comercio de la mayor de las Antillas y el grupo Focus Cuba, mediante el cual más de veinte empresarios estadounidenses y cubanoamericanos estudiaron oportunidades de negocios.  

 El examen se torna complejo porque a pesar de la proximidad geográfica, Cuba y Estados Unidos no pueden suscribir acuerdos de forma expedita a causa del bloqueo de la potencia del Norte.

 No obstante, permanecen resquicios y anfitriones e invitados hablaron de ellos así como de las oportunidades de la nación caribeña, cuyo gobierno ha reiterado disposición al diálogo con Estados Unidos, si se respeta la soberanía de la tierra de José Martí.

 Por la parte antillana no existen reparos a una relación mutuamente ventajosa que abarque los negocios, lo contrario de lo orientado desde la Casa Blanca.

 Sus inquilinos incumplieron promesas de campaña electoral sobre retomar flexibilizaciones hacia Cuba, establecidas durante el mandato de Barack Obama.

 Desde el recrudecimiento del bloqueo firmado por Donald Trump hasta hoy prosiguieron esas cortapisas, aunque La Habana reconoce algunos pasos acertados de Washington en los últimos meses, si bien de alcance limitado.

 Como se corroboró en el encuentro empresarial, concurren posibilidades de negocios en áreas de alimentos, financieras, agricultura, transporte, tecnología y comercio.

 Nadie niega la permanencia de obstáculos inherentes al asedio de la administración estadounidense, como la persecución a los bancos que consiguieran apoyar los nexos empresariales.

 Pero los cubanos consideran que puede consumarse el propósito, mucho más cuando de los más de 8 mil millones de dólares que gastaron en importaciones en 2021, solo 370 millones correspondieron a compras en la nación vecina.

 Esas adquisiciones se realizan bajo condiciones onerosas porque Cuba debe pagar al contado y no puede transportar la carga en sus barcos.

 También favorece las viables avenencias entre empresarios de Estados Unidos y Cuba el aumento en este país de los actores económicos, es decir, los representantes de cooperativas y de micro, pequeñas y medianas entidades, una novedad saludada por los visitantes. 

 Nadie piensa que estarán despejadas las eventuales actividades comerciales, pero merece elogios el intento de analizarlas acometido en este capital, el primero desde 2016. FIN