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Por: Roberto Morejón

Ni los ciclones o la campaña adversa de opositores y de la prensa corporativa internacional lograron frenar los preparativos en Nicaragua de las elecciones municipales, fijadas para el próximo domingo.

Más de tres millones 722 mil nicaragüenses mayores de 16 años están aptos para escoger a alcaldes, vicealcaldes y concejales de los 153 municipios entre una profusa lista de 28 mil postulantes.

Representantes de seis partidos o alianzas en la contienda revisaron las boletas e hicieron propaganda de sus propuestas, aunque en un período relativamente breve, sin saturar los espacios.

No se ha querido alterar la vida ciudadana, si bien los candidatos respaldados por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional hablan de esforzarse por trabajar en proyectos de bienestar para alcanzar a más familias en los próximos 5 años.

Algunos alcaldes que buscan la reelección aprovecharon los llamados cabildos electorales para exponer el presupuesto municipal, con el oído atento a las demandas de la población. 

Los ciudadanos subrayan la necesidad de ampliar el denominado programa Calles para el pueblo, mediante el cual se convirtieron caminos en vías transitables por el adoquinado, característico de las arterias citadinas en la patria de Sandino.

Los alcaldes envueltos en la lid electoral señalan asimismo la importancia de programas en el país como el llamado Usura cero, destinado a mujeres emprendedoras.

Dada su larga tradición, el Frente Sandinista se presenta como favorito y un total de 117 alcaldes de esa filiación buscarán proseguir en sus puestos en los comicios municipales.

En ese clima de sosiego exponen su sello distorsionador colectividades opositoras con representantes en Costa Rica y Estados Unidos.

Ellos refuerzan la tendencia de la prensa hegemónica internacional dirigida a poner en tela de juicio la convocatoria a las urnas en Nicaragua.

Ese tipo de medios de comunicación habla de lo que califican de fraude, discurso coincidente con el de Estados Unidos.

La administración del país norteño aplicó sanciones a Nicaragua, incluyendo la producción de oro, porque dice NO avalar el resultado de los últimos comicios presidenciales, con la ratificación del presidente Daniel Ortega.

Sin embargo, los nicaragüenses no se amilanan y le otorgan todos los aseguramientos posibles a la liza municipal venidera, la cual, aseguran, gozará de transparencia.