CMHW
Por: Roberto Morejón
La elección de delegados a las asambleas municipales del Poder Popular marca la actualidad en Cuba, un país sacudido por condiciones materiales difíciles y la hostilidad de Estados Unidos, pero con apego a la legalidad.
Los cubanos tienen la facultad de favorecer mediante el voto libre y secreto la integración de órganos decisivos en el ejercicio y control del poder del Estado.
Antes de acudir a las urnas, mayoritariamente situadas en escuelas y acompañadas de niños pioneros, los electores tuvieron el derecho, amparado constitucionalmente, de proponer y nominar a sus candidatos.
Lo hicieron en asambleas de circunscripciones, donde en muchos casos se habló de las vicisitudes cotidianas, arreciadas por el bloqueo estadounidense, los gastos para enfrentar
De ahí que los concurrentes a las reuniones de vecinos insistieran con frecuencia en la relevancia de que el delegado de circunscripción electo continuara la identificación de los inconvenientes en el área y los tramitara ante las instancias pertinentes, en la búsqueda de eventuales salidas.
Pero sobre todo, que encontrara respuestas cuando la solución de los problemas se haga compleja y acudiera al potencial de la comunidad para hallar alternativas, si fuera factible.
Para lograrlo, los delegados pueden coordinar el apoyo de organizaciones políticas, de masas y sociales así como de los ciudadanos en general.
Como se aprecia, las personas elegidas asumen en los territorios una alta responsabilidad y todas las entidades y ciudadanos deben respaldarlos.
Además, los delegados forman un caudal decisivo en la integración de las asambleas municipales del Poder Popular.
El gobierno de la mayor de las Antillas insistió en la necesaria autonomía de los municipios, refrendada en
En esos territorios se está más próximo a los asuntos más apremiantes y deben ejecutarse muchos procesos de gobierno, para cuyo objetivo el Presupuesto del Estado los robustece, aunque nunca dejarán de contar con la cooperación provincial y nacional.
Los cubanos van a las urnas a sabiendas de la relevancia comunitaria de los delegados del Poder Popular, de ahí la masividad del proceso electivo, en aras de la marcha sobresaliente de la sociedad y de hacer efectiva la democracia participativa.