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Por: Roberto Morejón

Cuba llevó un mensaje sobre su realidad, intensa y compleja, a cuatro países, Argelia, Rusia, Turquía y China, en los que el presidente Miguel Díaz-Canel encontró receptividad, al punto de resaltar la comprensión manifestada por los más altos dirigentes.

 Un ejemplo de ello es la avenencia de Cuba con los 4 Estados para la restructuración de la deuda, disposición y apertura de facilidades de pago y entonces no demorar proyectos ya concertados.

 El Jefe de Estado desplegó en las cuatro naciones  intensas y organizadas jornadas de trabajo, con resultados alentadores.

 Además de afianzar los nexos en las cuatro capitales, en China la delegación cubana fue objeto de una nueva manifestación de calidez, pues en opinión del presidente Xi Jinping, las relaciones bilaterales representan “un caso ejemplar de solidaridad y cooperación”.

 En el criterio del dignatario chino, ambas naciones se encuentran en un histórico nuevo punto de partida.

 Sobresalió entre los 12 acuerdos suscritos por representantes de ambos países el relativo a la cooperación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, gigantesco proyecto que involucra a buena parte de la Humanidad.

 En Turquía descolló la noticia de que gracias a las conversaciones desarrolladas entre Díaz-Canel y su par Recep Tayiv Erdogan, el comercio bilateral podría superar los 200 millones de dólares anuales.

 En Rusia se repitieron las buenas noticias sobre crecientes intercambios, pues además de perfilarse en las pláticas entre Díaz-Canel y su homólogo Vladimir Putin, se complementaron en una previa sesión de la comisión intergubernamental.

  Ya están en marcha en Cuba la modernización de Antillana de Acero, la rehabilitación de una industria mecánica y el uso de novedosas técnicas en un yacimiento petrolero y de una planta de mantenimiento de camiones.

 Con anterioridad Díaz-Canel arribó a Argelia, cuyo presidente, Abdelmajid Tebboune, pidió al invitado considerar al país norafricano su segunda patria.

  Tebboune habló de la supresión de los intereses y la reprogramación de la deuda de Cuba, el suministro de una planta fotovoltaica y de combustible, además de emprendimientos conjuntos en salud, ciencia, educación y cultura.

  En el balance del intenso recorrido por Argelia, Rusia, Turquía y China sobresale el hincapié del dignatario cubano con sus interlocutores para contar con la presencia de inversionistas de esas nacionalidades.

 Amigos muy entrañables reafirmaron que Cuba no está sola en circunstancias difíciles a causa del bloqueo estadounidense, los gastos en el combate contra la Covid-19 y la crisis internacional por altos precios de alimentos y materias primas.

 El presidente Díaz-Canel dijo antes de iniciarlo que el  periplo estaba orientado a abrir puertas y oportunidades para la asediada economía cubana, y el propósito fue cumplido.