Servicio Hemodialisis en Cuba
por María Josefina Arce.
Para el primer semestre de este año está previsto que estén listos nuevos servicios de hemodiálisis en cuya habilitación se trabaja en estos momentos en Cuba, para mejorar la atención a los pacientes con insuficiencia renal, una dolencia que crece en el territorio cubano.
Un crédito de la Agencia francesa de Desarrollo ha posibilitado que esas nueve instalaciones se sumen a las ya existentes a lo largo y ancho del archipiélago.
Ya se encuentra en las distintas provincias cubanas, donde se construyen, el equipamiento necesario, que incluye entre 10 y 15 riñones artificiales cada uno, y plantas de tratamiento de agua.
Economía, bienestar y calidad de vida para los pacientes y familias traerá la ampliación de este servicio, al acercarlo a quienes lo necesitan, y que en muchos casos tienen que trasladarse a las ciudades cabeceras de las provincias.
En el sistema cubano de salud ocupa un lugar primordial la atención a la insuficiencia renal, diálisis y transplante. Esta dolencia está asociada a la obesidad, tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
De ahí que sean esenciales los consultorios del médico de la familia, que ayuda a la promoción de salud, en busca de hábitos más sanos de vida, así como a la prevención, pesquisaje del paciente, atención y evolución.
Esta importante labor está apoyada por 56 servicios de nefrología, nueve centros de trasplantes y estudios inmunológicos al nivel de los países más desarrollados.
Desde el inicio de trasplante de riñón en Cuba, en 1970, suman más de 6 mil los cubanos beneficiados con este proceder, que aquí se realiza de manera gratuita, aún con las limitaciones que impone el bloqueo estadounidense y que en el área de salud ocasiona graves daños.
Esta intervención es altamente costosa. De acuerdo con los especialistas, en otros países puede llegar a costar decenas de miles de dólares.
La OMS, Organización Mundial de la Salud, ha reconocido el avance de Cuba en esta especialidad, resultado de la atención primaria y los cuidados integrados.
En los momentos más complejos para el país se han seguido garantizando estos servicios al enfermo renal, un esfuerzo en el que también tiene un importante papel la industria biofarnacéutica cubana con la obtención de diagnosticadores y medicamentos necesarios para el tratamiento de la enfermedad.