Por María Josefina Arce
José Martí escribió: "El mundo sangra sin cesar ante los crímenes que se cometen contra la naturaleza". Y es precisamente la crisis ambiental uno de los problemas más acuciantes que enfrenta el planeta y que el Héroe Nacional de Cuba supo ver desde tan temprano.
Por eso como parte de la Quinta Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, que sesiona en La Habana, ocupa un lugar esencial la protección del medio ambiente, muy presente en el multifacético pensamiento martiano.
Y es que el apóstol experimentó un gran amor y respeto por la naturaleza, de la cual, afirmó, no se puede separar al hombre, pues sería un atentado monstruoso.
De ahí que una de las actividades dentro de la Conferencia es el Simposio Internacional "La naturaleza y el hombre", espacio convocado por la Sociedad Cultural José Martí, la Fundación Antonio Nuñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, y otras organizaciones e instituciones cubanas y extranjeras.
Se trata de tomar del ideario martiano sus enseñanzas sobre cómo debe ser la relación entre la humanidad y el entorno, ante el gran desafío que hoy representa el cambio climático, que conlleva a la ocurrencia de fenómenos meteorológicos de mayor intensidad que ponen en riesgo la vida en la tierra.
Un peligro sobre el que también advirtió hace más de tres décadas un convencido martiano, el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro. En 1992, en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, alertaba Fidel que una importante especie biológica estaba en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida; el hombre.
De ahí que se busque en esta cita en La Habana profundizar en temáticas imprescindibles para la supervivencia del planeta como la debida armonía entre el bienestar de la humanidad, la preservación del medio ambiente, la paz y el desarrollo sostenible.
Y también coordinar políticas efectivas para el cuidado de nuestro planeta, hoy expuesto a la pérdida de su gran riqueza por la acción devastadora de muchos, en busca de ganancias. Lo dijo claro el Maestro cuando subrayó: "La naturaleza gime sin que los poderosos quieran escuchar".
Es una buena oportunidad para unir voluntades y hacer que los países desarrollados cumplan con los compromisos acordados de reducir sus acciones contaminantes, y de contribuir para que los más pobres puedan adaptarse al cambio climático.
Igualmente ocupa un lugar primordial la educación sobre el cuidado del entorno, un aspecto al cual el apóstol concedió asimismo, una vital importancia, cuando expresó: "... enseñar al niño a la vez que el abecedario de las palabras el abecedario de la naturaleza...".
José Martí es una fuente inagotable de conocimientos. Su obra trasmite valores, enseña a ser mejores hombres y mujeres en todos los aspectos. Por eso es necesario estudiar su ideario para hacer frente a los desafíos actuales, entre ellos el cuidado del planeta.