Por María Josefina Arce
Los cubanos demandaron el fin del bloqueo estadounidense a lo largo y ancho del país en los desfiles y actos por el Primero de Mayo en calles y plazas y que en esta ocasión tuvieron características especiales por la compleja situación económica existente.
Un panorama en el que incide con fuerza la hostil politica de Estados Unidos y que ha podido constatar Alena Douhan, Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre las Repercusiones Negativas de las Medidas Coercitivas para el Disfrute de los Derechos Humanos, quien se encuentra de visita en Cuba.
Invitada por la Universidad de La Habana, la funcionaria a pocas horas de su arribo al archipiélago pudo conocer los obstáculos que impone el cerco económico estadounidense y el esfuerzo que realiza el gobierno cubano para mantener prerrogativas como el acceso gratuito y universal a la salud y la educación.
Emotivo fue su recorrido por la Escuela Solidaridad con Panamá para niños con discapacidad físico-motora, primera de su tipo en Cuba y que fuera inaugurada hace 34 años por el líder histórico de la revolución Fidel Castro.
Desde su surgimiento el centro ha sufrido los embates de la unilateral medida estadounidense. Con mucho amor, profesionalidad y creatividad sus trabajadores han continuado preparando a esos infantes para que vivan en igualdad de condiciones con los demás.
La tarea no ha sido fácil, múltiples son los obstáculos que complejizan está hermosa labor. La política hostil de Washington impide la compra de prótesis, sillas eléctricas y otros materiales fundamentales en la enseñanza especial, así como mantener la vitalidad de los que están en uso.
Pero no es solo la Escuela Solidaridad con Panamá la afectada por el bloqueo, sus perjuicios se extienden a otros centros de estas características como por ejemplo , los que brindan atención a niños y jóvenes ciegos y débiles visuales, y a la enseñanza en general.
Los daños se reflejan en todas las esferas. La salud es una de las más golpeadas, pues no solo limita la adquisición de modernos equipos, sino también de reactivos y materias primas para la producción de medicamentos.
Durante la pandemia de COVID 19 fue sumamente notorio el carácter genocida del bloqueo. Se impidió el acceso a la nación de ventiladores pulmonares, plantas de oxígeno y otros insumos sanitarios.
De primera mano ha conocido la Relatora Especial de estas limitaciones en intercambio con diversas autoridades y recorridos por instituciones de nuestro país, que precisamente en los últimos días fue escenario de un Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba, que contó con la participación de más de MIL activistas, quienes demandaron el fin del cerco económico.
Una unilateral medida que año tras año desde 1992 es condenada por la comunidad Internacional, que además, a fines de cada mes protagoniza en diversas ciudades del mundo Caravanas de apoyo a la lucha de los cubanos.
La Relatora Especial también abogó en La Habana por levantar las sanciones ilegales impuestas contra la Mayor de las Antillas y que señaló tienen un impacto muy negativo en todos los sectores poblacionales y atentan contra el derecho a la vida y al desarrollo.
El bloqueo forma parte esencial de la guerra no convencional de Estados Unidos contra Cuba, que en los últimos años ha ido evolucionando y en la actualidad se apoya también en las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones para intentar subvertir el orden constitucional en la nación caribeña.