Imagen de archivo/RHC
Por Josefina Arce
Cuba es escenario y partícipe una vez más de un importante momento para la consecución de la paz en Colombia. En La Habana concluye el tercer ciclo de negociaciones de la Mesa de Diálogo entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y el insurgente Ejército de Liberación Nacional.
Y hasta la capital cubana llegó justamente el presidente colombiano, en una nueva muestra de su compromiso con el logro de una paz total, que ponga fin a la ola de violencia y permita restañar las heridas de un país desangrado por décadas de conflicto armado.
El mandatario había hecho el anuncio de su viaje a territorio cubano ante cientos de miles de ciudadanos, quienes reunidos en la Plaza de Bolívar, en Bogotá, respaldaron su gestión y gobierno, que hoy es objeto de una persecución política y judicial para impedir que salgan adelante reformas políticas, sociales y económicas a favor de los colombianos.
Desde el pasado dos de mayo se llevaba a cabo en La Habana el tercer ciclo de estas conversaciones que arrancaron en noviembre pasado en Venezuela y siguieron en México de febrero a marzo de este año, para finalmente trasladarse a la capital cubana.
Cuba ha acompañado incansablemente a Colombia en su búsqueda de la paz. Primero con el gobierno del ex-presidente Juan Manuel Santos y su diálogo con la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y ahora con Petro.
Fue precisamente en la capital cubana donde en noviembre de 2016 se suscribió el histórico Acuerdo de Paz entre el ejecutivo de Santos y las FARC-EP.
El papel desempeñado por la Mayor de las Antillas en este proceso como país garante y sede de las conversaciones fue destacado por las partes involucradas, que subrayaron su compromiso permanente y neutralidad.
La ONU resaltó que la Mayor de las Antillas, junto con Noruega, otro de los garantes, ha sido uno de los países más comprometidos con el proceso de Paz en Colombia.
La seriedad y responsabilidad demostrada llevó a que nuestro país sea también garante en las actuales conversaciones. De hecho la Mesa de Diálogo al anunciar en México a La Habana como próxima sede señaló en un comunicado que "Su compromiso permanente y neutral con la reconciliación de los colombianos demuestra, contra cualquier señalamiento que pueda ponerlo en duda, que Cuba es un foro de esperanza y de paz para el resto del continente".
Cuba ha trabajado seriamente y cumplido con sus obligaciones como país garante y sede de las conversaciones. Grande es su satisfacción por el avance y resultados concretos del diálogo que lleven a la paz en Colombia, un país al que nos unen lazos de amistad.