Imagen ilustrativa tomada de internet
Por Roberto Morejón
Sin disiparse las lluvias, aunque ahora no tan intensas, cubanos residentes en la región oriental comienzan a contabilizar pérdidas, en un entorno con estragos por inundaciones y crecidas de ríos.
Apelando a la solidaridad proverbial de los cubanos, muchos vecinos de comarcas alejadas de los poblados e incluso en estos últimos, debieron evacuarse para evitar el negativo efecto de la acumulación de las aguas.
Varias localidades quedaron incomunicadas tras la caída de puentes o la subida de la altura de ríos, junto a interrupciones del servicio de electricidad y pérdidas en sembrados, anegados por las lluvias intensas.
Una vaguada en los niveles medios y altos sobre el Golfo de México provocó las precipitaciones de los últimos días, en un mes que si bien es el de mayor actividad en el año en Cuba, no depara con frecuencia fenómenos como el apuntado.
Solo en los primeros diez días del presente mes los pluviómetros registraron 75 por ciento de la media histórica para junio a causa de las precipitaciones calificadas de moderadas a fuertes.
El volumen de agua retenido en los embalses, la mayoría de ellos construidos después de 1959, sobrepasó 63 por ciento.
Anterior a esta situación de emergencia, los cubanos lamentaban una prolongada sequía, pero al inicio de la temporada lluviosa la situación ha dado un vuelco.
En opinión de expertos, la complejidad actual trae beneficios por el acopio de agua, pero el precio a pagar por ello es notable.
A propósito, el gobierno instruyó a directivos desplazarse hacia las zonas afectadas por los copiosos aguaceros, dada la necesidad de coordinar atenciones a los damnificados y delinear la recuperación material.
Proteger y evacuar familias ha sido el propósito fundamental, pero urge también recobrar infraestructuras básicas, porque de ellas dependen las comunicaciones hacia lugares apartados.
También es menester atender las circunstancias de quienes vieron dañadas sus viviendas o perdieron utensilios, requerimientos que según lo afirmado por el gobierno serán evaluados.
Cuando el peligro por las inclemencias meteorológicas no ha pasado, los cubanos atienden la iniciativa de los Comités de Defensa para recolectar ayuda destinada a los damnificados.
Las acentuadas limitaciones materiales del momento, en gran parte a causa del bloqueo estadounidense, no impedirán canalizar amparo a quienes sufren carencias adicionales por el diluvio.