Cumbre en París
Por Roberto Morejón
La Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial evidenció reconocimiento internacional de la existencia de una grave crisis, múltiple o de cascada como dice la ONU, por lo que urge atender a los requerimientos del Sur empobrecido, atribulado por la situación.
Con escenario en París por iniciativa de Enmanuel Macron, fue el presidente francés quien calificó el encuentro de momento decisivo en los intentos de construir un nuevo consenso para el planeta.
En opinión del primer mandatario, la cita parisina, a la que asistieron Jefes de Estado, personalidades y directivos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, emitió un documento con una visión política compartida sobre el diseño de un camino hacia una profunda reforma de la arquitectura y la gobernanza financiera internacional.
Sin dudas, por las palabras del anfitrión, es posible albergar esperanzas, pues los países participantes prometieron alcanzar el objetivo de 100 mil millones de dólares para el financiamiento de programas destinados a disminuir los efectos del cambio climático.
A esa cifra concreta se sumaron los llamados formulados en la reunión para transformar el actual orden financiero internacional en un sistema más justo y solidario.
Un orden que, como señala Antonio Guterres, es obsoleto, disfuncional e injusto, sin responder a un mundo multipolar.
Tiene razón el secretario general de la ONU, pues como subrayó el primer mandatario Miguel Díaz-Canel, asistente a la conferencia en calidad de que Cuba es presidente pro tempore del Grupo de los 77 más China, las naciones en desarrollo afrontan una situación límite.
Esa área del mundo duplicó su deuda externa en la última década y debió destinar casi 380 mil millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas.
En ese contexto de reclamos ganó perspectiva amplia el planteamiento del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre la necesidad de avanzar en el cambio de deuda pública por acción climática.
La iniciativa, apoyada por Macron y otros participantes, pudiera llevarse a la Conferencia de Naciones Unidades sobre el entorno, COP28.
En este aparente consenso la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial pareció dar pasos hacia el logro de un nuevo contrato entre el Norte y el Sur, para abordar las urgencias vinculadas al cambio climático y el desarrollo en un contexto global en apuros.