Subversión contra Cuba
Por María Josefina Arce
Los violentos sucesos del 11 de julio de 2021, en los que se atentó contra el orden constitucional y la estabilidad del estado socialista, se inscriben en la larga lista de acciones desarrolladas por Estados Unidos contra Cuba, desde el triunfo revolucionario de 1959.
Las cifras no mienten. Cerca de tres mil 50 muertos y más de dos mil lesionados ha provocado el terrorismo de estado ejercido contra los cubanos por los diversos gobiernos estadounidenses, que han recurrido a todo tipo de agresiones, en su guerra no declarada contra nuestro país.
Van desde el apoyo y financiamiento a una invasión mercenaria, la imposición y recrudecimiento de un genocida bloqueo económico, comercial y financiero, sabotajes, atentados contra los dirigentes cubanos, hasta campañas de descrédito.
Hoy los métodos empleados han ido ganando en complejidad, se recurre a las nuevas tecnologías de la información, pero el objetivo sigue siendo el mismo: subvertir el orden constitucional y derrotar a la revolución cubana.
Y las redes sociales son el terreno favorito de los enemigos de la revolución. Desde ellas se pretende manipular a la opinión pública, crear descontento tomando como referencia determinadas situaciones como la carencia de medicamentos y alimentos, e incitar a la violencia, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana.
Durante las semanas previas al 11 de julio se orquestó desde Estados Unidos una campaña de desinformación y calumnias en las redes digitales, por la que se financió abiertamente a individuos y grupos para que cometieran violaciones de la ley, precisa el Doctor en Ciencias Manuel Hevia Frasquieri, en su libro "Cuba, un golpe blando fallido", citado por el diario Granma.
Fue como denunciaron las autoridades cubanas una operación concertada en el espacio público digital, a la que se dedicaron cuantiosos recursos.
Ya en lo que va de año desde territorio estadounidense y de otras naciones se han registrado más de 300 convocatorias a provocar caos, violencia y desobediencia civil en territorio cubano.
Por supuesto que no es nuevo este intento de subvertir el orden constitucional en Cuba desde las redes sociales. Recordemos ZUNZUNEO, una especie de Twitter dirigido a la población y destinado a cambiar el orden político en la nación caribeña.
Diseñado de manera secreta por Estados Unidos y puesto en marcha en 2009, buscaba fomentar disturbios en el archipiélago. Implicada en esta red la USAID, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por subvertir el orden y derrocar gobiernos que no se pliegan a los dictámenes de Washington.
Y a pesar del escándalo que provocó ZUNZUNEO, poco después lanzó Estados Unidos otro proyecto similar, PIRAMIDEO, dirigido a enviar millones de mensajes de texto a los cubanos, siempre con el fin de provocar un cambio político.
Cuba ha sido históricamente un objetivo de la guerra no convencional, que se ha convertido en un instrumento estratégico de la política exterior de Estados Unidos para intervenir en otras naciones y colocar gobiernos afines a sus intereses. Lo ocurrido hace dos años forma parte de este plan, que una vez más volvió a fracasar.