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Por Roberto Morejón
Después de ocho años sin efectuarse, se congregaron los participantes en la tercera cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y la UE, Unión Europea, aunque irregularidades previas inquietaron a Cuba y otros países.
Concebida como espacio de defensa de la soberanía y con participación en igualdad sin injerencias, la convocatoria tuvo un azaroso evento previo.
El foro llamado “los Jóvenes, la sociedad civil y las autoridades locales” no contó con la intervención adecuada de los pueblos de América Latina y el Caribe y, como denunció la sociedad civil de Cuba, no hubo consenso birregional para precisar delegados, formato y temas.
La nación caribeña, que rechazó la exclusión de organizaciones de su sociedad civil, consideró que la marginación respondió al propósito de llevar el diálogo en Bruselas hacia las posiciones de los organizadores.
Mayor repercusión negativa tuvo la resolución del Parlamento Europeo, impulsada por la derecha, en la que se intenta poner en tela de juicio la actuación de Cuba en derechos humanos y relaciones internacionales.
Calificada de difamatoria e injerencista por una comisión parlamentaria de la mayor de las Antillas, la resolución respondía a maquinaciones del partido español Vox, de ideología fascista.
La televisión cubana aportó pruebas de los movimientos sinuosos de Rocío Monasterio, presidenta de Vox en Madrid, y del eurodiputado español Herman Tersch.
Ambos se confabularon en Miami con la extrema derecha de la emigración de origen cubano, algunos de ellos envueltos en conspiraciones subversivas.
De acuerdo con lo expuesto por la fuente, los llamados “embajadores del exilio en España” organizan en Bruselas un bullicioso show para poner en entredicho la trayectoria de la nación caribeña en materia de derechos humanos y otros temas.
A todo lo anterior se unen los contundentes planteamientos del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien emplazó a la Unión Europea por falta de transparencia y de poner en riesgo el éxito de la cumbre CELAC-UE.
No se ha logrado avanzar en los vínculos birregionales, hay conducta manipuladora de la UE en la preparación del encuentro cimero en Bruselas y se organizaron de forma unilateral foros paralelos, enumeró Rodríguez.
Los esbozos de Cuba, que acudió a Bruselas con espíritu constructivo, arrojaron dudas sobre la cumbre, en la fase de preámbulos.
Se trata de un encuentro demorado, del que se espera la reafirmación del estricto respeto a la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz.