Presidente cubano

Por Roberto Morejón

Cuando las relaciones entre los dos bloques no pasan por su mejor momento, Cuba acudió a la tercera cumbre entre la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y la UE, Unión Europea, a exponer ideas constructivas y denunciar el impacto del bloqueo estadounidense.
 
Precisamente, la cita de 60 países culminó con una declaración en la que se rechaza ese asedio.
 
Como destacara el presidente Miguel Díaz-Canel en su discurso en la cumbre, los participantes reprobaron la inclusión del archipiélago en una lista unilateral de Estados Unidos de países que, según su óptica, patrocinan el terrorismo.
 
El repudio al bloqueo también se constató en la Cumbre de los Pueblos paralela a la de Jefes de Estado y de Gobierno, en cuyo ámbito Díaz-Canel defendió el derecho de la nación de avanzar por su propio camino, sin injerencia foránea.
 
Y como expresión de principios y respuesta a las provocaciones de la derecha europea, la tierra de José Martí garantizó en Bruselas que continuará con la garantía del disfrute de los derechos humanos de sus ciudadanos.   
 
Seguir fortaleciendo la cooperación con los mecanismos de derechos humanos de la ONU fue la idea principal transmitida por el primer mandatario de Cuba al entrevistarse en Bruselas con el Alto Comisionado del organismo mundial en la referida temática, Volker Türk.
 
Llamó la atención la entrevista del dignatario cubano con el canciller federal alemán, Olaf Scholz, en la que coincidieron en profundizar el diálogo político y ampliar los vínculos económicos.
 
Y si de diálogo se trata, la nación caribeña también aprovechó la cita entre la CELAC y la UE para resaltar la importancia de la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre los 27 y La Habana.
 
No era ocioso subrayarlo durante la conversación del primer mandatario Díaz-Canel con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
 
Fuerzas retrógradas en Europa, en contubernio con la extrema derecha de la emigración de origen cubano en Miami, trabajan frenéticamente para lograr el retiro del financiamiento del bloque a programas de apoyo directo a la población cubana.
 
No por casualidad, exponentes de la reacción en Miami viajaron a Bruselas para exigir más presiones contra el gobierno y pueblos cubanos.
 
Aún en medio de esos planes de fuerzas oscuras por opacar la participación de Cuba en la reunión en la cúspide entre europeos, por un lado, y latinoamericanos y caribeños por el otro, la verdad de esta nación no puso ser silenciada.
 
Ahí está la exhortación del Presidente Díaz-Canel de que los 27 y América Latina y el Caribe pueden y deben construir mejores relaciones, más justas, equilibradas, solidarias y cooperativas.