Por Roberto Morejón

Santiago de Cuba, segunda ciudad en importancia del país, acogió con su vitalidad acostumbrada la conmemoración por el aniversario 70 de los asaltos a los cuarteles Moncada, de esa urbe, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, por revolucionarios de la Generación del centenario.
 
Decididos a cumplir con las ideas del Héroe Nacional José Martí a cien años de su natalicio, los jóvenes encabezados por el abogado Fidel Castro encendieron en mil 953 la chispa de la rebeldía contra la dictadura de Fulgencio Batista.
 
Si bien las acciones militares no culminaron en la victoria, la posterior insurrección, a costa de mucho sacrificio, cambió la historia de Cuba a partir de 1959.  
 
Setenta años después, la remembranza por el Día de la Rebeldía Nacional constituyó un acicate en un país enfrascado en paliar las dificultades actuales.
 
La mayor de las Antillas afronta una notable insuficiencia de divisas y de recursos materiales y una lentitud en la recuperación económica después de la virtual parálisis durante la pandemia por la Covid-19.
 
Todo ello encuadrado en un recrudecido bloqueo de Estados Unidos que incide marcadamente en que los esfuerzos titánicos de los pobladores no se concreten en el esperado rescate de la economía.
 
La mayor de las Antillas, con un crecimiento de 1,8 por ciento en 2022, evidencia, una recuperación asimétrica por sectores.
 
Las mayores caídas se reportan en actividades primarias vinculadas a la producción como agricultura y ganadería, industria manufacturera, comercio y electricidad, situación asociada a una inflación interanual de 45 por ciento.
 
En medio de las limitaciones, el gobierno reiteró no estar de brazos cruzados, reafirmó la vigencia del plan de soberanía alimentaria y expresó que trata de atemperar la inflación.
 
Para el segundo semestre del año los cubanos tienen entre sus líneas maestras vincular más a las micro, pequeñas y medianas empresas hoy en auge con el desarrollo local y lograr una revitalización de muchas empresas estatales.
 
Afortunadamente se han ido recuperando actividades sociales, la salud, la educación, la cultura y el deporte después de la pandemia, pero el énfasis mayor en lo adelante debe recaer en la reanimación de las actividades productivas.
 
Los cubanos deben elevar los ingresos por exportaciones, insistir en recobrar la rama del turismo y seguir la atención a segmentos de la sociedad afectados por inequidades.
 
En el recuerdo del sacrificio de quienes jugaron un papel relevante en la historia, encuentran los cubanos de hoy bríos para trabajar duro y enfilar hacia el desarrollo.