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Por María Josefina Arce
La colaboración que en materia de salud brinda Cuba a otros pueblos ha sido siempre objeto de ataques y campañas de descrédito de Estados Unidos, que ha intentado infructuosamente presentarla al mundo como una supuesta "esclavitud moderna" y "trata de personas".
En los últimos días en su cuenta de Twitter, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que Washington lanzó una convocatoria que asigna fondos millonarios para promover una nueva campaña contra la ayuda médica cubana.
Recordemos que bajo el mandato del hoy expresidente Donald Trump se intensificaron las agresiones de esa índole. Conocida por promover acciones subversivas, la USAID, Agencia para el Desarrollo Internacional, destinó en 2019 tres millones de dólares para proyectos contra las brigadas médicas cubanas.
La persecución estadounidense forzó el fin de los programas de cooperación dirigidos a familias de escasos recursos en Brasil, Bolivia y Ecuador, cuyos gobiernos en esos momentos se plegaron a los dictámenes de Washington.
Pero el agradecimiento y afecto de ciudadanos de 165 países por la labor desplegada en 60 años por los trabajadores cubanos de la salud son prueba suficiente de las mentiras fabricadas contra la Mayor de las Antillas.
Una profunda huella han dejado los más de 605 mil 698 profesionales cubanos que han colaborado en naciones de todas las latitudes.
Estos 60 años han estado marcados por importantes hechos, como la creación del Programa Integral de Salud, tras el paso en 1998 por Centroamérica de los huracanes George y Mitch.
Destaca también Operación Milagro, programa de rehabilitación oftalmológica que devolvió la visión a personas de escasos recursos en países de América Latina y África.
Un hecho trascendental fue la creación en 2005, por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el enfrentamiento ante Desastres Naturales y Graves Epidemias "Henry Reeve". Desde esa fecha se han enviado 89 brigadas a 57 estados.
Cuba fue la primera nación en responder al llamado de la ONU y la Organización Mundial de la Salud para enfrentar el ébola en África Occidental. También marcó la diferencia durante la COVID 19, que durante más de dos años afectó a la humanidad.
Mientras en el mundo los países industrializados acaparaban medicamentos y vacunas, la Mayor de las Antillas ayudó a otros pueblos, incluso más desarrollados, a enfrentar la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Los profesionales cubanos de la salud han ayudado a incontables personas en todo el mundo. Gobiernos y pueblos han expresado su gratitud a esos hombres y mujeres, que sin importar las difíciles condiciones y poniendo en riesgo sus vidas, han llevado esperanza. Los ataques de Estados Unidos a esta noble labor niega a muchos el derecho a la salud.