Por María Josefina Arce
Cuba y la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, acaban de cumplir 76 años de unas ininterrumpidas, fluidas y excelentes relaciones, sustentadas en un diálogo franco y respetuoso entre el gobierno cubano y esa agencia de la ONU.
En 1947 la Mayor de las Antillas ingresó oficialmente al ente multilateral, y a partir del triunfo revolucionario en enero de 1959 los nexos se estrecharon, al compartir el criterio de contribuir a la búsqueda de la paz y de la construcción de un mundo mejor.
El país caribeño ha recibido un valioso apoyo de esa entidad, ante el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos que afecta con especial fuerza las esferas que atiende la UNESCO.
En la educación por ejemplo, los daños de enero a julio de 2021 ascendieron a más de 30 millones. Se vio obstaculizada la adquisición de útiles escolares, mobiliario y equipamiento imprescindible para llevar a cabo un proceso educativo con mayor calidad.
Ante estos obstáculos la UNESCO ha apoyado a la Mayor de las Antillas para contrarrestar el impacto de esa hostil política, rechazada año tras año, desde 1992, por la Asamblea General de la ONU.
Pero además en París, sede de esa agencia, se ha escuchado reiteradamente la condena a esa criminal medida que obstaculiza el avance económico y social de la nación caribeña, e incide en el día a día de los cubanos.
Sin embargo, a pesar de las limitaciones La Habana ha respaldado numerosos proyectos desarrollados por la agencia de la ONU, que reconoce el liderazgo del archipiélago en la cooperación SUR-SUR.
En ese sentido ha destacado la contribución cubana a la eliminación del analfabetismo en el mundo con su método "Yo sí puedo", implementado en numerosas naciones, lo que ha posibilitado que millones de personas aprendieran a leer y escribir.
La entidad ha destacado la labor conjunta para defender los bienes comunes de la humanidad, que son la educación, ciencia, cultura e información.
Tanto la UNESCO como Cuba están comprometidas con consolidar las relaciones bilaterales y ampliar la cooperación en los ámbitos de competencia de esa agencia de la ONU.
El compromiso de ambas partes fue resumido en junio pasado durante su visita a la sede del organismo por el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, cuando afirmó que "La UNESCO puede contar con Cuba, como Cuba puede contar con la UNESCO".
