Foto: @BrunoRguezP
Por María Josefina Arce
Volvió a escucharse con fuerza en la ONU los reclamos del Sur global. Como presidenta pro tempore del Grupo de los 77, Cuba defendió el derecho de las naciones en desarrollo a avanzar hacia su progreso socioeconómico, una meta que se ve obstaculizada por un orden económico y financiero internacional injusto y generador de desigualdades.
En la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo sostenible, en Nueva York, el primer orador fue el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, quien hizo una evaluación sobre cómo marchan estas metas, de las cuales, enfatizó, el mundo se ha desviado.
Con datos, como el número de pobres y hambrientos actuales en el mundo, demostró que a este ritmo no podrán cumplirse ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El peso que representa para las naciones en vías de desarrollo la deuda externa fue denunciado por el mandatario, como lo hiciera en reiteradas ocasiones el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro.
Esa fue una de las tantas batallas que libró Fidel y que ahora el presidente cubano trajo nuevamente al seno de la ONU, pues poco ha variado la situación. En la actualidad las naciones más pobres siguen destinando cuantiosos recursos al pago del débito, que pudieran ser encausados hacia su progreso.
Otro obstáculo para el avance de los Objetivos de Desarrollo sostenible son las medidas coercitivas unilaterales. Cuba y otras naciones miembros del Grupo de los 77 son un ejemplo de las limitaciones que imponen esas arbitrarias políticas, que atentan contra el bienestar de sus pueblos.
Pero en su intervención, Díaz Canel también se refirió al compromiso y voluntad política del mecanismo de concertación que preside Cuba para lograr los objetivos adoptados en 2015.
La reciente Cumbre realizada en La Habana ha sido una muestra del empeño de las 134 naciones del bloque en ese sentido. La declaración final reconoce el papel de la ciencia, tecnología e Innovación en el desarrollo y el bienestar de sus ciudadanos.
Refleja el compromiso de fortalecer sus sistemas nacionales en esas ramas y realizar periódicamente reuniones de los ministros y altas autoridades de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El bloque, bajo el liderazgo de Cuba, trabaja para incrementar y acelerar la puesta en marcha de acciones y medidas concretas, innovadoras, transformadoras y ambiciosas que garanticen el logro de los ODS.
Pero este debe ser un esfuerzo de todo el mundo, en el que prime la solidaridad y cooperación, para que como afirmó el presidente cubano en la ONU "nadie quede atrás" y vencer una de las crisis más complejas que enfrenta la humanidad.