Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Por María Josefina Arce (RHC)
La biotecnología en Cuba sigue apostando por la salud y el bienestar de los ciudadanos. Son muchos los cubanos que tienen puesta su esperanza en Jusvinza, un fármaco para tratar la artritis reumatoide, enfermedad crónica por la que se inflaman las articulaciones, produciendo dolor, deformidad y dificultades para el movimiento.
Esta dolencia, que debuta entre los 40 y 60 años de edad, afecta, de acuerdo con los expertos, a 1,2% de la población cubana, con mayor prevalencia en las mujeres.
En estos momentos tiene lugar en el territorio nacional el ensayo clínico fase tres de este medicamento, desarrollado por el reconocido Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), que ya ocupa un lugar destacado en la historia de la ciencia en Cuba.
Al dar el autorizo para el tratamiento de la artritis reumatoide, el Centro Estatal para el Control de Medicamentos y Dispositivos Médicos señaló que luego de un riguroso proceso de evaluación de las evidencias presentadas, demostró calidad, seguridad y eficacia para la indicación propuesta.
Ya antes de la llegada de la COVID 19 se había realizado la primera parte del estudio sobre Jusvinza que demostró ser de gran beneficio para las personas aquejadas por esta dolencia.
Foto: Archivo/RHC
Y Jusvinza fue incluso empleado con éxito en el tratamiento a pacientes graves durante el enfrentamiento a la enfermedad, causada por el nuevo coronavirus, debido a sus mecanismos de acción y propiedades farmacológicas.
Aún sin haber terminado el tratamiento, los pacientes han comenzado a experimentar una mejoría, que los especialistas señalan será mucho mayor a largo plazo.
El fármaco ofrece la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de las personas con artritis reumatoide, que presentan limitaciones físicas importantes.
Existe confianza en el medicamento desarrollado por el CIGB, pues esta institución, de gran prestigio, también dio vida a Abdala, vacuna anti COVID 19, con una eficacia de más de 92% y empleada igualmente en otras naciones.
En su haber están, además, el factor de crecimiento, la vacuna contra la hepatitis B y el muy reconocido HEBERPROT-P, contra la úlcera del pie diabético.
La biotecnología cubana se ha labrado un lugar a nivel mundial por la eficacia y seguridad de sus fármacos contra distintas dolencias, que han representado un gran beneficio a incontables personas, no solo de la Mayor de las Antillas, sino de otros países.