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Por María Josefina Arce
Un mes se ha cumplido de la actual escalada del conflicto israelo-palestino y cada día que transcurre es más urgente un alto al fuego para abrir el camino hacia una solución amplia, justa y duradera, ante el incremento del número de víctimas mortales y la agudización de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza por las operaciones terrestres y los constantes bombardeos de Israel.
La cifra de palestinos muertos se eleva por horas y ya sobrepasa los 10 mil, entre ellos más de cuatro mil niños y dos mil 641 mujeres, de acuerdo con el Ministerio de Salud del territorio.
En una nueva comparecencia ante la prensa, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó que los continuos bombardeos sionistas están afectando hospitales, campos de refugiados, mezquitas e instalaciones del organismo internacional, incluidos refugios.
Desde Egipto, a través del Cruce de Rafah, pero lentamente llega ayuda humanitaria a Gaza. El primer convoy entró solo dos semanas después del estallido de la guerra, tras permanecer bloqueado varios días en el paso fronterizo por los bombardeos israelíes.
Sin embargo, esta asistencia aún es poca, se requieren más alimentos, agua, medicinas y combustible para paliar la crítica situación de los habitantes de la Franja, quienes se han convertido en desplazados en su propio territorio y ya sufrían de un férreo bloqueo implantado por Israel desde 2007.
De hecho antes de la actual escalada del conflicto, ochenta por ciento de la población de esa área dependía de la ayuda internacional, según datos de la ONU.
La situación ahora es tan desesperada que a finales del pasado mes miles de residentes irrumpieron en almacenes y centros de distribución de ayuda de la ONU, ubicados en el sur y el centro de Gaza.
De ahí que en las últimas horas la ONU haya formulado un llamamiento humanitario de mil 200 millones de dólares para ayudar a los palestinos de Gaza, y también de Cisjordania y Jerusalén Este, donde se ha hecho sentir igualmente la escalada de violencia.
Pero, señaló Guterres, este único punto de acceso, no controlado directamente por Tel Aviv, es insuficiente para canalizar la asistencia a gran escala que se hace necesaria para socorrer a la población civil palestina.
El tiempo es precioso. Cada día que sigue ganando terreno la guerra, aumentan las víctimas, el dolor y la desesperación. Es urgente e impostergable una solución justa y duradera que exige el derecho de los palestinos a su autodeterminación y a construir su propio estado soberano e independiente.