Cumbre Dubai

por Roberto Morejón

Luego de dos semanas de intensos y no siempre cómodos debates, representantes de casi 200 naciones rubricaron un acuerdo en la Cumbre del Clima, convertida en el primer ámbito en el que se enuncia una transición para dejar atrás los combustibles fósiles.

Un tema neurálgico hasta ahora dada la dependencia de los países productores de petróleo y gas, pudo resolverse a última hora, en lo que algunos delegados calificaron como un pacto sin precedentes.

Para hacer esa afirmación se basaban en que por primera vez se constata de forma clara la necesidad de dejar atrás el petróleo, el gas y el carbón.

Igualmente, se llevó a la letra reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y hacer lo posible para limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5ºc.

Dicho de otra forma, en Dubái se abordó ampliamente el desafío de los combustibles fósiles luego de muchos años en los que en conferencias como ésta el tema había sido bloqueado.

Por supuesto, no son pocos los delegados y observadores en alertar que sería un error considerar que la era de los combustibles fósiles acabó en Dubái, pero acotan que el mundo llegó al principio de su fin.

La avenencia de Dubái se plantea conseguir el cero neto para 2050, pero respetando las diferentes circunstancias de cada país, aspecto que deja un margen a las naciones dependientes de la producción de energéticos.

Eso sí, un grupo de países, fundamentalmente los más afectados por el cambio climático, estimaron que el texto convenido en Dubái no reflejó como esperaban el mandato científico para limitar el calentamiento global.

En esa misma cuerda, el Sur global insistió en que aún es insuficiente el respaldo para conseguir un financiamiento tangible destinado a amparar a las naciones pobres, víctimas de la anarquía climática a hacer frente a las pérdidas por catástrofes.

NO obstante, no todo está perdido pues la reunión en Dubái creó un fondo a implementarse desde 2024 para compensar a los países con más sufrimientos por los efectos del daño al entorno.

A pesar de los aplausos y los calificativos de “histórico” en relación con el acuerdo de Dubái, los participantes decidieron pedir a la ONU la convocatoria anual de encuentros para examinar el cumplimiento de los compromisos trazados en el combate al cambio climático.

Muchos exigen pruebas palpables.