Dinamarca y Estados Unidos firmaron un acuerdo para desplegar tropas del pentágono
por Guillermo Alvarado
Esta semana se conoció que los gobiernos de Dinamarca y Estados Unidos firmaron un acuerdo para desplegar de manera permanente en el país europeo una cantidad todavía no determinada de tropas del pentágono, que estarán en por lo menos tres bases militares.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo que ese convenio garantizará la estabilidad y seguridad no sólo de su país, sino del resto de la región, de donde se desprende que no serán unos cuantos soldados y 3 o 4 suboficiales.
Agregó la jefa de gobierno que a partir de ahora la población deberá acostumbrarse a ver soldados norteamericanos en suelo danés, lo que en realidad ya va siendo una costumbre muy europea.
Un día antes Washington firmó un compromiso similar con Finlandia y a principios de diciembre lo hizo con Suecia, a lo cual se suma otro rubricado con Noruega en 2021, lo que garantiza la presencia de sus tropas en la zona nórdica europea.
Estos acuerdos contemplan la cláusula de que si un militar comete un delito en cualquiera de estos países, será la justicia estadounidense quien lo juzgará.
Esto implica una pérdida neta de soberanía y entonces lo que se vende al público como una cooperación, tiene un fuerte aroma de ocupación.
Puede ser que alguna cabeza ingenua piense que esto es una consecuencia de la guerra en el este europeo, pero la verdad es otra, porque desde el final de la II Guerra Mundial el Pentágono tiene un pie fuertemente asentado en el llamado viejo continente.
La creación de la Unión Europea, un proyecto visto con esperanzas en otras partes del mundo porque se pensó en el surgimiento de un bloque sólido e independiente, con fuerzas para competir o neutralizar la hegemonía estadounidense, no fue capaz de cambiar estas cosas.
En la actualidad la potencia norteña tiene desplegados 100 mil militares en 275 bases en el territorio de Europa occidental, que de hecho renunció a cualquier intento de construir su propio sistema de defensa para acogerse a la “protección” yanqui, con todo lo que eso implica.
Alemania, que es el país donde más bases y militares tienen las fuerzas armadas de Estados Unidos, anunció en febrero de 2022 una revolución en materia de defensa que, a la larga, no pasó del anuncio.
La OTAN, por cierto, no es como su nombre lo indica, un tratado, sino un modelo de imposición donde Washington, que pone la mayor parte del dinero, pone también las reglas y toca la música que los demás bailan.