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Por Roberto Morejón
Los cubanos inician el nuevo año abogando porque el trabajo, necesariamente de mayor rigor y eficiencia, desbroce el camino en medio de agudas carencias materiales, provocadas esencialmente por el recrudecido bloqueo estadounidense.
Con esas premisas en este país recuerdan el aniversario 65 del triunfo de la Revolución, sin soslayar la meditación sobre la coyuntura actual, de la que es necesario salir, y el gobierno confía en que así será.
Como señalara el líder Raúl Castro, los cubanos no se limitarán a resistir, se proponen salir de las dificultades como lo han hecho siempre y lo harán, en sus palabras, combatiendo.
La pregunta formulada por muchos es cómo sostener el proyecto de justicia social cuando el país carece de acceso a créditos, sufre los rigores de las tensiones geopolíticas internacionales y aún no deja atrás rezagos económicos acentuados por la pandemia.
También afectan la insuficiente generación de ingresos en divisas, los desequilibrios macroeconómicos y el incumplimiento de las previsiones en la producción de alimentos.
Dos mil 23 resultó un año crudo, con insuficiencias en los servicios, mientras el gobierno trataba de mantener aseguramientos tradicionales, con frecuencia a cuenta gota y con esfuerzos notables.
Cuando la emigración aumenta, en la mayor de las Antillas millones tratan de sobreponerse a los contratiempos y buscan vías para, en medio de la austeridad, generar riquezas.
Insisten los cubanos en el imperativo de desterrar desidias e indolencias porque muchos siguen trabajando y apelan a los valores tradicionales de sus compatriotas para alcanzar metas.
En esa cuerda, el gobierno presentó un plan de estabilización económica a implementar gradualmente, con la mira puesta en la productividad, el orden y la eficiencia.
Dicho de otra forma, reimpulsar la economía es el principal propósito de los cubanos en 2024, cuando el plan concebido debe contribuir a aumentar los aportes de bienes y servicios, eliminar subsidios a productos y concentrarlos en personas en desventaja social y crear nuevos incentivos.
Con la mirada puesta en la reducción del déficit presupuestario y dar pasos en la transformación de la empresa estatal, debe informarse próximamente sobre la aplicación de nuevas normativas y disposiciones.
Para asumirlas será necesario, como insisten en afirmar los principales dirigentes del país, salvaguardar la unidad, eje de la defensa de la nación.