Trump se acerca a la nominación republicana
por Guillermo Alvarado
Aunque ya son pocos los que creen el cuento de la democracia perfecta estadounidense, ese país gusta de presentarse como tal ante la comunidad internacional, si bien ahora parece encaminarse a un fiasco tan grande que pondrá fin definitivamente a esa fábula.
Y es que luego de la retirada de Ron DeSantis de la carrera presidencial por la tienda de los Republicanos, el excéntrico magnate Donald Trump tiene prácticamente abierta la senda para luchar una vez más por la Casa Blanca, a menos que antes ingrese a otro recinto, me refiero a una cárcel.
Para ser nominado candidato no parece tener obstáculos por delante, pues ni Nikki Haley, ni el empresario Vivek Ramaswamy pueden hacerle sombra. Otra cosa ocurre con las causas judiciales que tiene pendiente porque algunas, sobre todo las relacionadas con los impuestos, le pueden dar fuertes dolores de cabeza en un país donde se tolera más un homicidio que un fraude fiscal.
Parece mentira, pero en cuatro años el Partido Republicano fue incapaz de construir otra figura capaz de hacer olvidar la caótica administración Trump y los graves acontecimientos del 6 de enero de 2021, cuando ocurrió el asalto al Capitolio en pleno centro de Washington.
Peor aún, pues en medio de sus enredos judiciales Trump se las arregló para tomar el control de ese partido y no parece que haya posibilidades de quitarlo de en medio.
Del lado de los demócratas la situación es similar, porque hasta ahora no se avizora una figura capaz de desplazar a un Joseph Biden, que no consiguió resolver algunos de los problemas más graves de esa nación.
Incluso en algunos temas, como la migración, tuvo que echar mano a las medidas implementadas por Trump y terminó hablando de construir el muro en la frontera con México.
Su vicepresidenta, Kamala Harris, en quien alguna vez se depositaron esperanzas de ser capaz de convertirse en sucesora, desapareció casi por completo de la escena.
Todo indica, entonces, que se repetirá el mismo duelo de hace cuatro años y que Estados Unidos, además de ser una plutocracia, va rápidamente camino a convertirse en una gerontocracia.
Un editorial de la víspera del diario mexicano La Jornada apunta otro dato preocupante y es que tendencias que parecían erradicadas, como el supremacismo blanco, el racismo y los grupos antiaborto surgen de nuevo.
No hay registros en ese país, dice el diario, de un panorama tan próximo al desbordamiento, la desestabilidad y la ingobernabilidad.