José Martí.

Por Roberto Morejón

Enero es un mes alegórico para los cubanos por su vinculación con José Martí, a quien todos los ciudadanos, fundamentalmente niños, adolescentes y jóvenes, le rinden el merecido tributo.
 
Si bien el acontecimiento central por el aniversario 171 de su natalicio fue la tradicional Marcha de las Antorchas en La Habana, emotivo resultó ver a niños y adolescentes acudir a parques y plazas de todo el país donde se alzan representaciones del Héroe Nacional.
 
Era el modesto sentir de quienes enaltecen al poeta, periodista, ensayista, líder político y humanista que luchó por la unidad de los cubanos en la Guerra necesaria, con un pensamiento fecundo que enseña a las nuevas generaciones.  
 
Las ideas y la obra del fundador del Partido Revolucionario Cubano también son motivo de estudio de los entendidos en la esfera de la economía.
 
Ferviente defensor del pensamiento bolivariano, Martí delineó el proyecto de progreso económico para América Latina, en el que los aportes materiales deberían estar distribuidos convenientemente, una precisión lógica al calor de las desigualdades vistas en sus viajes por la región.
 
El Apóstol abogó en relación con la mayor de las Antillas por una República diferente, donde debería defenderse la política popular y el desarrollo correría a cargo esencialmente de las masas.
 
Cultivar, emprender, distribuir, serían términos exaltados, y al respecto destacan artículos periodísticos en los que realzó el trabajo que embellece, disciplina y nutre.
 
El autor de los Versos Sencillos consideraba la agricultura como la única fuente de la riqueza real y aseguraba que la tierra siempre produce y fructifica.
 
Entregados al trabajo, no hay manera de que la pena nos venza, escribió una vez.
 
El concepto inmenso es válido para los cubanos de hoy que en medio de un panorama adverso por carencias materiales, causadas esencialmente por el bloqueo estadounidense, están llamados a generar el bienestar, básicamente, a partir de esfuerzos propios.
 
Como señala una exhortación a un congreso obrero, Cuba atraviesa hoy por la pérdida considerable de los ingresos en divisas, sufre la contracción productiva, escasean bienes y servicios y los precios son excesivos.
 
La Central de Trabajadores de Cuba convoca a todos los afiliados al debate crítico en función de preservar garantías, pero también con vista a aportar el máximo de cada uno en la producción y los servicios.
 
En suma, como pretendió Martí, transformar la realidad para bien de Cuba.