Max Lesnik. (Imagen de archivo/RHC)

Por Roberto Morejón

En la misma semana en la que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, solicitaba a su homólogo estadounidense, Joseph Biden, cesar el bloqueo contra Cuba, intolerantes arremetían en Miami contra un activista opuesto a esa coerción.
 
El Jefe de Estado de México conversó con Biden sobre los flujos hacia la frontera sur de la potencia del Norte y le dijo a su interlocutor que no obstaculizar el desarrollo de Cuba ayudaría a reducir la migración.
 
No era la primera vez que López Obrador hacía tal pedido, como tampoco la ha sido para Max Lesnik recibir amenazas de extremistas en Miami.
 
Solo que en esta ocasión el periodista cubanoamericano, defensor de que Washington ponga fin a las penalizaciones contra la mayor de las Antillas, fue amenazado de muerte por vía postal, en contraste con anteriores agobios verbales.
 
Las posiciones de López Obrador y de Lesnik están a tono con el recrudecimiento de un bloqueo a Cuba que cumplió el aniversario 62 de su oficialización.
 
John F. Kennedy legalizó esa disposición agresiva al firmar la proclama presidencial 3447 que decretó la entrada en vigor del bloqueo el 7 de febrero de 1962.
 
Con el gastado pretexto de la aproximación de La Habana a países socialistas, ya desde la administración de Dwight Eisenhower y de su vicesecretario de Estado Lester Mallory se instaba a  privar a la nación caribeña de dinero y suministros.
 
En 2021, la administración saliente de Donald Trump obsequió a la extrema derecha de Miami con 240 medidas para robustecer el cerco, lo que hoy, junto a las consecuencias de la pandemia y errores internos, incide en privaciones materiales en el archipiélago caribeño.
 
Cuba, también expuesta a las consecuencias de su inclusión en la lista de países que, según Washington, patrocinan el terrorismo, sufrió daños por el cerco valorados en casi 4 mil 900 millones de dólares entre marzo de 2022 y febrero de 2023.
 
Ante ese y otros impactos, cubanos radicados en Estados Unidos promueven ante Biden el cumplimiento de sus promesas de campaña de 2020 de flexibilizar las cortapisas a Cuba.
 
Salvo algunas disposiciones simbólicas, el paquetazo de Trump se mantiene en pie durante la administración Biden.
 
Ni siquiera porque por ocasión número 31 la Asamblea General de la ONU apoyó la resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo a Cuba, hay indicios de que aquel exabrupto de Kennedy tienda a diluirse.