Desde Tindouf a un aula de medicina

Editado por María Candela
2024-02-28 08:34:06

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Estudiantes saharauis que viajan a Cuba para cursar estudios de Medicina. (cubaminrex.cu)

Por Roberto Morejón

Hasta los campamentos en el sur de Argelia, sobre todo en Tindouf, llegó la voz de Cuba, con su oferta de 12 becas a jóvenes saharauis para estudiar Medicina en La Habana y otras provincias.

La población refugiada saharaui, estimada en más de 173 mil personas, recibe con regocijo estas oportunidades, mientras espera por una solución al drama de su tierra y poner fin a décadas de desplazamiento.

Los jóvenes saharauis agradecen al gobierno de la mayor de las Antillas por las muestras de solidaridad para ayudar a exponentes de las nuevas generaciones en países pobres.

Desde 1999 se han graduado en la nación caribeña como médicos y otras especialidades de salud miles de jóvenes de familias con escasos medios de subsistencia.

Los seleccionados han tenido la posibilidad de conocer un sistema de salud que no descuida la calidad de sus programas de educación médica, aun cuando el país afronta duras carencias materiales, a causa fundamentalmente del bloqueo estadounidense, derivaciones de la pandemia y distorsiones internas.

Con más de dos siglos de trayectoria académica, trece Universidades de Ciencias Médicas están abiertas en el archipiélago caribeño, respaldadas por un cuerpo docente de primer nivel.

Los extranjeros, al igual que los cubanos, se adiestran en la prevención de enfermedades y la rehabilitación en el contexto social del paciente.

La mayor de las Antillas prevé graduar este año más de 12 mil nuevos profesionales en esta esfera del conocimiento, pero también hay espacio para que concluyan sus estudios miles de nacidos en otras latitudes.

Pueden ser mexicanos, angolanos, palestinos o saharauis, pero todos se comprometen a retornar a sus lugares de origen con las enseñanzas recogidas y los valores inculcados, como el altruismo y la devoción por los más necesitados.

Ninguna campaña mediática adversa a la colaboración cubana de salud podrá demeritar esta obra compartida entre Cuba y otros pueblos para adiestrar en tan noble profesión.

Seguramente cuando la docena de jóvenes saharauis regrese con diplomas de doctor en Ciencias Médicas, servirá a sus compatriotas, ya sea en campamentos como los actuales o en otros recintos.

Siempre llevarán con ellos el recuerdo de la instrucción en Cuba.

 

 



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