Imagen de archivo/RHC
Por María Josefina Arce
Más de un centenar de profesionales cubanos de la salud arribaron en los últimos días a Honduras para ayudar a revitalizar el sistema sanitario, que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro heredó en una situación crítica, tras años de una insuficiente inversión en esa vital esfera.
Cardiólogos, inmunólogos, cirujanos y anestesistas, entre otros especialistas, conforman el grupo, que las autoridades hondureñas señalaron posibilitará, entre otros beneficios para la población, disminuir el tiempo de espera para una intervención quirúrgica que hoy padecen muchos ciudadanos de la nación centroamericana.
Un cálido recibimiento en el aeropuerto de Palmerola tributaron numerosos hondureños a los médicos cubanos, quienes trabajarán en los hospitales públicos Escuela y Catarino Rivas, en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
La llegada a territorio hondureño de los profesionales de la salud da cumplimiento a un acuerdo de cooperación médica suscrito a principios de mes entre La Habana y Tegucigalpa.
El convenio, firmado por un plazo de dos años, también posibilitará que médicos hondureños puedan especializarse en la Mayor de las Antillas.
Los ciudadanos del país centroamericano ya han sido beneficiados en otras ocasiones con la atención de trabajadores de la salud provenientes de territorio cubano. Los primeros llegaron en 1998, tras el devastador paso por la región del huracán Mitch, que dejó numerosos muertos y millonarias pérdidas económicas.
Prestaron su ayuda en zonas apartadas y de difícil acceso, donde históricamente hay poca o ninguna presencia de personal sanitario. Desde entonces realizaron millones de consultas y miles de cirugías.
También en 2020 una brigada cubana socorrió a los damnificados de las tormentas tropicales Eta e Iota. Grande fue el reconocimiento del pueblo y las autoridades. Incluso el Congreso les confirió la Orden Honorífica Cruz de Comendador.
Los profesionales cubanos de la salud han dejado su impronta en diversas latitudes. Han puesto al servicio de los más necesitados su alta capacitación, dedicación y humanismo, sin importar condiciones adversas.
Ahora en Honduras seguirán haciendo historia, comprometidos con brindar ayuda a todos, especialmente a los sectores más vulnerables. Seguirán procurando alivio y salvando vidas.