Solidaridad con Cuba. Foto: Archivo:MC
por María Josefina Arce
Cada año viajan a Cuba amigos de todo el mundo para compartir con el pueblo cubano las festividades por el Día Internacional de los Trabajadores, conocer de cerca la realidad de nuestro país, tergiversada por los enemigos de la revolución, y brindar su apoyo en actividades económicas.
Y como es habitual participan en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba, que en esta ocasión ha tenido como sedes a la occidental provincia de Artemisa y La Habana, donde cierra hoy sus puertas en el Palacio de Convenciones.
En el centro de la cita, en la que participan más de MIL delegados e invitados, está la condena al genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de seis décadas por Estados Unidos, y recrudecido con más de 200 medidas durante la pandemia de la COVID 19 por el entonces presidente Donald Trump.
Y para conocer de primera mano los obstáculos que impone el cerco económico para la adquisición de insumos y equipamiento necesario, los integrantes de los grupos de solidaridad visitaron centros laborales de ambos territorios, donde intercambiaron con sus trabajadores.
Los amigos del pueblo cubano pudieron conocer sobre las limitaciones relacionadas con el acceso a fuentes de financiamiento, a través de entidades que responden a la hostil política estadounidense.
Es esta también una oportunidad para denunciar la injusta inclusión de la Mayor de las Antillas por Estados Unidos en la arbitraria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, pues como han manifestado los participantes en el encuentro mientras Washington envía militares a otros territorios, Cuba envía médicos para salvar vidas.
La cita de La Habana, una indiscutible muestra de solidaridad con la nación caribeña, se suma a las que se registran en diversas partes del mundo, incluido Estados Unidos, desde donde llegan incontables gestos de apoyo al pueblo cubano.
La Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, de la organización ecuménica Pastores por la Paz, es un claro ejemplo. Además de recolectar donaciones para el pueblo cubano, sus participantes en recorrido por ciudades estadounidenses dan a conocer la verdad sobre Cuba y los daños que ocasiona el criminal bloqueo, al que desafían valientemente cada año desde 1992 en su viaje a nuestro país.
Incontables son los ejemplos que abarcan a toda la geografía mundial. Ahí está el constante respaldo y mensaje de aliento que nos llega de la Asociación Cuba Cooperación Francia y del proyecto Puentes de Amor, del profesor cubanoamericano Carlos Lazo.
El cerco económico es repudiado por la comunidad internacional, como evidencia la votación cada año en la ONU del proyecto de resolución cubano sobre la necesidad de poner fin a esa hostil política.
Cuba no está sola en su lucha por continuar construyendo su proyecto de justicia social, aún en medio de adversas condiciones. Son muchas las personas amantes de la paz, como ha quedado demostrado una vez más, que acompañan cada día al pueblo cubano, que agradece tanta solidaridad y amor.
