Joseph Biden, criticó a jóvenes estudiantes universitarios que protestaban contra Israel
por Guillermo Alvarado
Después de la violenta represión de la policía contra los jóvenes estudiantes universitarios que protestaban contra Israel en varios centros de altos estudios de Estados Unidos, el presidente de ese país, Joseph Biden, criticó lo que calificó como caos por parte de los alumnos.
No es para nada extraño que el jefe de la Casa Blanca no comprenda ni simpatice con el activismo en defensa del derecho a existir de la población palestina, porque en realidad él nunca salió a las calles a defender ninguna causa, como hicieron otros compatriotas suyos.
Biden estaba en la universidad cuando ocurrió el gran movimiento nacional contra la guerra de Vietnam y jamás se sumó a esta corriente, como tampoco fue a combate, porque esa tarea la impusieron sobre las minorías étnicas y los obreros, que fueron la carne de cañón, y el no es ni una ni otra cosa.
Por eso es natural que no entienda algunas cosas, como el derecho a pensar con cabeza propia o defenderse contra las arbitrariedades que impone la clase dominante, porque siempre estuvo al otro lado de las barricadas.
Para él, las protestas contra Israel son demostraciones de odio antisemita y asegura que quienes protestan no comprenden la realidad de Palestina.
No mira, o no quiere ver, para ser más exactos, que el antisemitismo es algo totalmente diferente al antisionismo. Ser judío significa practicar una religión, como ser católico, protestante o mormón y ser sionista es practicar una ideología basada en el racismo, el odio, la intolerancia y la maldad.
No comprender la situación palestina es cerrar los ojos ante el robo constante de tierras, apropiarse de las mejores fuentes de agua y los valles más fértiles hasta reducir el territorio de ese pueblo a verdaderas migajas y, a pesar de todo, darle armas y dinero al agresor para que complete su tarea.
No comprender la situación palestina es darle apoyo al ladrón, al asesino, al usurpador y despreciar a las víctimas.
La Casa Blanca llora porque un grupo de universitarios tomaron instalaciones en la Universidad de Columbia, en Nueva York, pero calla cuando Israel ha tomado por la fuerza el suelo del pueblo Palestino.
Por cierto, resulta gratificante que algunos gobiernos por fin comenzaron a tomar cartas en el asunto. Me refiero a la ruptura de relaciones diplomáticas con Tel Aviv ordenada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la interrupción de vínculos comerciales y económicos por parte de Turquía.
Poco a poco se van abriendo los ojos ante el genocidio contra Palestina, excepto en Washington donde habita el peor tipo de ciegos que puede existir, aquellos que están encaprichados en no ver.