Cartel
Por María Josefina Arce
Guantánamo es escenario de un nuevo Seminario Internacional de Paz y por la abolición de las Bases militares extranjeras, que cercenan la soberanía de los pueblos,
constituyen un elemento desestabilizador y una amenaza a la seguridad internacional.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, tienen unos 850 de estos enclaves en el mundo, 70 en América Latina y el Caribe.
Precisamente en Guantánamo, en contra de la voluntad del gobierno y pueblo cubanos, mantiene ilegalmente Washington desde 1903 una Base Naval, que propició hasta 1959 la corrupción, vicios y prostitución.
Y a partir del triunfo revolucionario se convirtió en un foco de tensión y provocaciones. Solo entre 1962 y 1996 se registraron más de ocho mil violaciones territoriales, tanto aéreas como marítimas, y miles de incidentes hostiles.
En su supuesta lucha contra el terrorismo, Estados Unidos instaló cárceles ilegales por todo el mundo y la Base Naval de Guantánamo fue una de ellas. Allí se torturaron y se mantuvieron detenidas a más de 700 personas.
Expertos de la ONU en derechos humanos calificaron las violaciones cometidas en ese enclave como una mancha en el compromiso de Washington con el estado de derecho.
Pero además, la ilegítima base naval ha ocasionado afectaciones al entorno. Expertos cubanos han señalado los graves daños a los suelos del Valle de Guantánamo desde su establecimiento en 1903.
En los más diversos foros internacionales el gobierno de Cuba, en nombre de todo el pueblo, ha demandado el cierre de la Base y la devolución de ese territorio usurpado.
Un reclamo apoyado por los participantes en las siete ediciones del Seminario Internacional de Paz y contra las Bases militares, y que en esta octava cita volverá a manifestar su solidaridad con el justo reclamo del pueblo cubano.
La Base Naval de Guantánamo constituye una ofensa a la dignidad y soberanía de Cuba y contradice los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, aprobada en 2014 en La Habana en la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.