Imagen ilustrativa
Por Pedro M. Otero Cabañas
La Cuba distópica que venden por el mundo prensa, redes sociales e influencers con raíces en Miami y ciudades de Europa, mayoritariamente, se deshace tras una mirada objetiva y desprejuiciada de la realidad de la isla.
Hoy los cubanos vivimos, sin dudas, una crisis multifactorial que impacta en lo que llamaríamos tener una vida normal. Cortes de energía eléctrica, transporte público deficiente, salud pública y educación deprimidos, depreciación del peso cubano, escasez de alimentos y medicinas y otros más.
Pero el país no se ha paralizado. De hecho mantiene la vitalidad y desarrolla múltiples actividades culturales, deportivas y sociales con participación de invitados extranjeros.
Ejemplos: Actualmente se desarrolla la 63 Serie Nacional de Béisbol, con la participación de 16 equipos, asi como el 61 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón 2024, con sede en la ciudad de Guantánamo, mientras que hace solo unos días se celebró en el estadio Panamericano de La Habana la Copa Cuba de Atletismo y casi inmediatamente inició el Memorial Barrientos, de igual disciplina.
Atletas cubanos se preparan dentro y fuera del país con vista a los Juegos Olímpicos París 2024 que comenzarán el próximo julio
El área de la cultura genera también múltiples eventos.
No han dejado de efectuarse en Santiago de Cuba los festivales del Caribe o del Sol, con numerosa participación extranjera.
En Holguín se siguen desarrollando eventos de teatro para adultos y niños, las Romerias de Mayo, el Festival Internacional de Cine de Gibara y muchos espectáculos más de variadas disciplina.
La Habana, como capital, reúne la mayor cantidad de eventos. Desde los shows en su icónico cabaret Tropicana y de decena de centros más hasta festivales de danza, teatro, música y cine, en el que sobresale el Festival Internacional de Cine de La Habana.
La radio y la televisión funcionan como siempre ha sido habitual, sin recortes en sus programaciones.
El turismo se diversifica. No solo es el tradicional de sol y playa. Se han potenciado otros destinos, entre los que figuran el de naturaleza, salud e históricos. La cantidad de visitantes extranjeros sigue creciendo, sobre todo con la incorporación de turistas chinos y rusos, en virtud de acuerdos suscritos con líneas aéreas de esas nacionalidades.
Aún está lejos la cifra de 5 millones de visitantes extranjeros que las autoridades cubanas del sector se habían propuesto antes de la pandemia, pero se registra un discreto y sostenido incremento.
Las áreas científico, técnica y medioambiental se suman a este dinámico movimiento de actividades sociales que mantiene a Cuba como una importante plaza de conocimiento y cultura.
No puedo pasar por alto el creciente número de centros de esparcimiento y recreo. Hablo de cafeterías, restaurantes, salas de juegos y otros, potenciados por el crecimiento en flecha de emprendimientos privados.
O sea, la imagen de una Cuba destruida, triste y desmotivada es sólo un nódulo fabricado desde el exterior con el fin de sumar pólvora al arsenal propagandístico anticubano de los centros más reaccionarios que hoy adversan a la Revolución.
Hay problemas y serias dificultades, pero hay potencial para revertir esa situación.
De modo que, pese a los agudos problemas a los que hoy nos enfrentamos, y al impacto del bloqueo yanqui, los cubanos seguimos construyendo un país a nuestra medida, con sombras y luces, pero con la convicción de que pasaremos este mal momento de crisis económica, y junto a las demás naciones de América Latina y el Caribe, seguiremos apostando por un mundo mejor.