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Por María Josefina Arce
La vida cotidiana en Cuba está llena de constantes desafíos, pero también de bellos gestos, que nacen de la amistad o de esa solidaridad que distingue a los cubanos y que hablan de la grandeza de un pueblo y en especial de sus jóvenes.
Y aunque son acciones desinteresadas, que no buscan reconocimiento, bien vale la pena mencionarlas porque forman parte de nuestro día a día, y son una esperanza en un mundo cada vez más egoísta.
Por eso quiero referirme en primer lugar a quienes de forma voluntaria donan sangre para salvar vidas. Es un gesto altruista que se replica cada día en nuestra sociedad, y que tiene en las nuevas generaciones a sus principales protagonistas.
Me viene a la memoria la masiva e inmediata asistencia a los Bancos de Sangre de innumerables jóvenes y de otros cubanos, tras la explosión registrada en mayo de 2022 en el Hotel Zaratoga, en La Habana, un hecho que conmocionó al país.
No fue necesaria una convocatoria; de nuevo se puso de manifiesto la solidaridad de los cubanos, quienes siempre han estado dispuestos a brindar su ayuda a quien lo necesite, ya sea a un compatriota o un ciudadano de otras latitudes.
En Cuba existe un programa eficaz de donación de sangre que se ha caracterizado siempre por una participación amplia y activa de la población.
Sobran los ejemplos de otras generosas acciones. Recordemos que toda Cuba se movilizó para ayudar a los damnificados por el paso del poderoso huracán Ian por el occidente de la nación en septiembre de 2022, y que provocó cuantiosos daños, fundamentalmente en la provincia de Pinar del Río.
Desde todos los territorios del país llegaron donaciones de ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y de las pequeñas, medianas y micro empresas, así como trabajadores de diversos sectores para ayudar a la reconstrucción.
Asimismo durante la pandemia de la COVID 19 fueron muchos los jóvenes que permanecieron en sus puestos de trabajo y asumieron otras labores para que los más vulnerables permanecieran en sus casas y no se contagiaran con el virus.
Pero también se hicieron presentes en los centros de aislamiento, donde desempeñaron diversas tareas, y en las comunidades para asistir a los adultos mayores.
Cuba ha dado incontables muestras de solidaridad, brindando su ayuda desinteresada a numerosos pueblos en diversas esferas, y en el plano interno, como sociedad, atesora hermosas páginas de generosidad entre sus hijos.