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Por Roberto Morejón
Ante la cercanía de la elección presidencial en Venezuela, aumentó la intensidad de las líneas de mensajes adversos a la Revolución Bolivariana, que se leen en la prensa corporativa.
El candidato a la reelección Nicolás Maduro y su comando de campaña subrayaron la existencia de una ofensiva mediática contra los comicios del 28 de julio.
El presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amorós, aludió a injurias de medios de comunicación, algunos de ellos de índole privada a nivel nacional, aunque el peso lo llevan los internacionales.
Maduro se refirió a lo que calificó de “sicarios de la mentira” en la búsqueda de manchar el proceso en las urnas.
Ante ellas se presentarán 10 candidatos, aunque de los que más se habla es del actual jefe de Estado y del representante de la ultraderechista Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González.
Ha sido evidente la intención de presentar a este último como un venerable anciano, al punto de que algunos medios lo califican de “abuelo de la democracia”, aunque tienen que admitir su ubicación a la sombra de la ultrarradical derechista, María Corina Machado, favorita de Estados Unidos.
Esta ciudadana que fue inhabilitada para presentarse como candidata por actos de corrupción durante el gobierno fantasma de Juan Guaidó, tiene un largo historial de desestabilizaciones.
El verdadero poder detrás del exdiplomático septuagenario Edmundo González es la también conocida como “dama de hierro” de Venezuela, a quien describen en la prensa occidental como “exitosa” y capaz de reunir muchedumbres.
El gobierno venezolano ha denunciado a la extrema derecha opositora por vincularse a planes y conspiraciones para acabar con figuras del chavismo y la Revolución Bolivariana.
Machado, quien se vio retratada en 2005 en salones de la Casa Blanca junto el primer mandatario estadounidense George W.Bush, uno de los más hostiles hacia Caracas, estuvo en 2014 detrás de las llamadas guarimbas, actos vandálicos para derribar el orden constitucional.
Poco se habla del plan de gobierno, si es que lo tienen, del dueto Edmundo González-María Corina Machado, para no atemorizar al electorado.
Adelgazamiento feroz del Estado, privatización de la industria petrolera, reducción de empleos de la administración pública y un desapego de la lucha por la soberanía, marcan las aspiraciones de los ultraconservadores.
Frente a ellos emerge el programa del Gran Polo Patriótico, al que pertenece el Partido Socialista Unido de Venezuela, que garantiza la estabilidad y la paz y seguir trabajando por atenuar el brutal impacto de las sanciones de Estados Unidos
