Solidaridad con Cuba. Imagen: Archivo/mc
por María Josefina Arce
El mes de agosto se ha iniciado con una intensa solidaridad hacia Cuba.De un extremo a otro del mundo se ha escuchado con fuerza en los últimos días un reclamo unánime: su exclusión de la ilegítima lista de Estados Unidos de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
Legisladores, movimientos de amistad y ciudadanos en general, han alzado su voz para condenar la inclusión de la Mayor de las Antillas en esa relación y reiterar además, la demanda de que se ponga fin al genocida bloqueo norteamericano contra el pueblo cubano.
Destacan los llamados en diversas naciones como Turkiye, Sri Lanka y Rusia, asi como la misiva enviada al presidente estadounidense, Joe Biden, por 46 congresistas del norteño país, quienes reconocen la arbitrariedad de la inclusión de Cuba que, cumplió con total seriedad y responsabilidad su compromiso de garante en el proceso de las conversaciones de paz en Colombia.
La nación caribeña, que había sido retirada de la unilateral lista en 2015, volvió a ser incluida seis años después por Donald Trump en las postrimerías de su mandato presidencial por haber honrado los protocolos del diálogo de paz.
La administración estadounidense esgrimió como uno de los pretextos la negativa de La Habana de extraditar a 10 miembros del insurgente ELN, Ejército de Liberación Nacional, que habían participado en las negociaciones con las autoridades colombianas .
En mayo pasado la Mesa de Diálogos para la Paz entre el gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro y el ELN reiteró su solicitud de que Cuba fuera retirada plenamente de la lista.
Recientemente en Bogotá en el Primer Encuentro Internacional de Procesos de paz fue destacado el papel desempeñado por Cuba como país garante en la firma en 2016 del Acuerdo de paz entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
La inclusión de Cuba en la ilegítima lista de Estados Unidos de países supuestamente patrocinadores del terrorismo ha sido una excusa más para arreciar la guerra no declarada de Washington contra el pueblo cubano y obstaculizar su desarrollo.
Y es que supone un grupo de sanciones, que junto al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas inciden negativamente en la vida de las familias cubanas.
Es una total injusticia denunciada en todo el mundo, donde cada día crece el concierto de voces a favor de la exclusión de Cuba de la ilegítima lista, que Washington conforma a su antojo y de acuerdo con sus intereses.