Intercambio de cohetes en a zona fronteriza de Líbano e Israel. Imagen: euronews
por Guillermo Alvarado
Como se venía anunciando desde hace días, la campaña de exterminio de Israel contra la población civil palestina en la Franja de Gaza está provocando un conflicto global en el Oriente Medio que podría tener insospechadas consecuencias para esa zona y el resto del mundo.
Durante el fin de semana se arreció el intercambio de disparos de cohetes entre la organización Hezbollah y el ejército sionista de Tel Aviv en la zona fronteriza de Líbano e Israel, lo cual supone un nivel más elevado del conflicto.
De acuerdo con las informaciones, el grupo islamista lanzó más de 320 cohetes Katiushka contra 11 bases militares israelíes, que respondió con varios ataques aéreos, sin que por el momento se conozcan los daños causados o un eventual número de bajas.
Como no podía ser de otra manera, en Estados Unidos la Casa Blanca informó que sigue con atención lo ocurrido en la zona y reiteró su absoluto apoyo al primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu.
De esta manera Washington mantiene la actitud hipócrita de hablar de un cese al fuego, mientras incentiva a Tel Aviv a recrudecer sus ataques.
Mientras tanto, en Gaza la situación es cada día más desesperada para la población civil ante la falta de alimentos, agua, medicamentos y otros insumos básicos, mientras continúan los bombardeos y ataques terrestres israelíes que ya provocaron más de 40 mil víctimas fatales.
Una nueva amenaza se cierne sobre todo contra la población infantil con la detección de por lo menos un caso de poliomielitis, una enfermedad altamente contagiosa y que, por cierto, podría convertirse también en una amenaza para Israel de no contener el brote.
El viernes reciente llegaron hasta la Franja 1,6 millones de dosis de vacunas tras una operación conjunta de la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
El problema, sin embargo, es que mientras continúan los ataques es imposible realizar una campaña efectiva de vacunación por lo que se multiplican los llamados a una pausa humanitaria.
El Ministerio de Sanidad de Gaza advirtió que la inmunización no será factible por sí sola a la luz de la falta de saneamiento, agua potable, suministros de higiene personal y la propagación de aguas residuales entre las tiendas de campaña de los desplazados.
Es un drama humanitario cruel y despiadado cuyos máximos responsables deberían ser castigados, si acaso aún hay justicia en este mundo.