LLuvias e inundaciones en África
por Guillermo Alvarado
Por estos días amplios territorios de África, Asia y Europa fueron víctimas de torrenciales lluvias e inundaciones que causaron numerosas víctimas fatales y cuantiosos daños a la economía y son muestra de cómo los eventos climáticos son cada vez más intensos y destructores.
Varias ciudades y pueblos de África occidental y central quedaron bajo el agua, dejando más de mil fallecidos y cientos de miles de viviendas totalmente destruidas y de acuerdo con las primeras estimaciones un millón de personas debieron movilizarse hacia otros lugares.
Ante la magnitud del desastre, el conteo de las víctimas fatales es muy difícil y las cifras se consideran provisionales en Nigeria, Níger, Chad y Malí, donde se registraron las peores inundaciones de los últimos 60 años.
La Organización Meteorológica Mundial señaló que aunque África sólo produce una pequeña fracción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, soporta una carga muy pesada por el cambio climático.
Adaptarse a esta situación requiere por lo menos entre 30 mil y 50 mil millones de dólares anuales, que ese continente no tiene y la comunidad internacional es reacia a donar.
La situación no es mejor en Asia, donde una amplia franja de Vietnam, Laos, Tailandia y Myanmar fue impactada por el súper tifón Yagi, cuyas lluvias anegaron enormes porciones de terrenos y los fuertes vientos destruyeron todo a su paso.
Solo en Myanmar la junta militar que gobierna el país informó de más de 110 muertos y unos 64 desaparecidos tras el paso del fenómeno meteorológico con una fuerza inusitada.
Tal y como ocurre en África, en el sudeste asiático las inundaciones traen aparejadas otras desgracias, como es la presencia de cocodrilos y serpientes venenosas arrastradas por las aguas.
Mientras, en Europa central y del este, desde Austria hasta Rumanía, la tormenta Boris provocó el aumento del cauce de los ríos e inundaciones en numerosas ciudades como no se había visto antes.
El canciller federal de Alemania, Olaf Scholz dijo que también en algunos lugares de ese país los niveles de agua están subiendo y se mantiene una estricta vigilancia.
El calentamiento global es una realidad que golpea con frecuencia en distintos lugares del mundo, donde se multiplican cumbres y reuniones periódicas y carísimas y llueven comunicados, pero no se adoptan medidas concretas ni se cambian los patrones de producción y consumo.