Presente y futuro

Editado por Maria Calvo
2024-09-24 11:04:45

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Cumbre Mundial sobre el Futuro

por Guillermo Alvarado

Sin duda alguna fue con la mejor intención del mundo que la Organización de las Naciones Unidas convocó a realizar una Cumbre Mundial sobre el Futuro, que debiera estar enfocada principalmente en garantizar que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de contar con un porvenir.

Luego de dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX y múltiples y dolorosos conflictos armados, varios de ellos con participación internacional, en la segunda parte de esa centuria, los primeros años del tercer milenio no son precisamente una garantía para soñar con el mañana.

El primer paso para pensar en lo que vendrá, es que la misma ONU sea capaz de realizar una gran transformación institucional, de tal manera que se pueda convertir en un mecanismo efectivo para asegurar la convivencia pacífica de la humanidad, algo que hoy es una utopía.

Como dijo la víspera en su discurso ante la Cumbre el presidente de Chile, Gabriel Boric, la Organización de Naciones Unidas está hecha para un mundo que ya no existe hoy día.

El Consejo de Seguridad y el obsoleto derecho de veto de cinco potencias ya no representan ni funcionan para lo que es ahora la comunidad internacional.

Como su nombre lo indica, ese Consejo debería garantizar que cada ser humano tenga certidumbre de despertar vivo mañana, una condición indispensable para diseñar su devenir al corto, mediano y largo plazo.

¿Qué futuro tienen hoy los niños en Gaza si sus viviendas, escuelas, centros de recreación y hasta hospitales son objetivos de los bombardeos del Estado sionista de Israel?

Y pronto quizás sea esa la misma pregunta que tendremos que hacernos sobre el Líbano y otras naciones del Oriente Medio, que se encaminan a pasos acelerados a una catástrofe con la complacencia, y el empuje, de Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea.

Cómo pensar en el futuro, si abunda el dinero para bombas, misiles, aviones ultramodernos de una precisión mortal asombrosa y otras máquinas para matar, pero no hay para mitigar los efectos del cambio climático en África, el sudeste asiático y en América Latina y el Caribe.

Es casi un hecho que la humanidad fracasará en el propósito de cumplir para 2030 los Objetivos de Desarrollo del Milenio que pretenden, entre otras cosas, garantizar alimentación, salud y escuelas para la mayoría de la gente.

Sigo creyendo en la buena intención de celebrar una Cumbre del Futuro, solo que me siento muy pesimista y bastante triste de lo que pueda construirse sobre la base de lo que tenemos hoy día en el planeta.



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