Foto: Tribuna de La Habana
Por Roberto Morejón
Uno de los problemas más acuciantes para los cubanos, sobre todo los residentes en La Habana, ha sido la acumulación de desechos sólidos en las ciudades, con la inquietud de autoridades y moradores, aunque una luz comienza a distinguirse.
En La Habana dan pasos con enfoques integrales para regresar el esplendor a esa antigua urbe, con más de 500 años de vida, luego de un prolongado período con acumulaciones de basura en muchas esquinas.
Algunos señalan que se trata de una ofensiva y otros lo esbozan como una iniciativa para abandonar el atolladero mientras se estudian salidas sostenibles en el tiempo.
Se trata de estudios sobre procedimientos eficientes y de mayor impacto en el ordenamiento de La Habana, experiencia atendible en otras ciudades.
Expertos de Recursos Hidráulicos y funcionarios analizan propuestas de inversiones extranjeras para procesar de forma certera los remanentes en el sistema Integral de Gestión de residuos de La Habana.
Mientras tanto, las autoridades acuden a soluciones emergentes, como las aplicadas en el capitalino municipio de 10 de Octubre, donde impulsan la higiene luego de una situación desfavorable por el depósito de desperdicios en las calles.
Con la atención de oficinas del Partido Comunista a nivel nacional y de ministerios, comienzan a frenar el detrimento en la demarcación, una de las más pobladas y envejecidas del archipiélago caribeño.
Junto a camiones de instituciones estatales, personal movilizado y jardineros, se toca a las puertas de organismos públicos para responsabilizarlos con la atención a sus fachadas.
Dirigentes comunitarios aseguran estar distantes de revertir la crítica situación, pero destacan aciertos, pues algunos parques se ven liberados de escombros y en las esquinas disminuyen promontorios de recortes.
Los directivos del municipio capitalino de 10 de Octubre buscan mayor participación popular y disciplina de los vecinos.
De esta forma se dan pasos inaugurales para en medio de la acentuada carencia material del país a causa del bloqueo estadounidense y la ubicación en una lista de los que en Washington consideran patrocinadores del terrorismo, empiece a enfrentarse con rigor el deterioro.
Por esas razones, las ciudades cubanas sufren una baja disponibilidad técnica de equipos recolectores de basura, lo que unido al déficit de personal para la recogida y las indisciplinas sociales, originó el tenso escenario descrito.
Si bien el programa actual es coyuntural, se aspira en La Habana a sostenerlo hasta tanto estén listas prácticas más eficientes ahora en estudio.