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Por María Josefina Arce
Cuba y San Vicente y las Granadinas mantienen sólidas relaciones de amistad y cooperación, que se han ido ampliando y ahora se extienden a una esfera de alto impacto social: la educación especial.
La Mayor de las Antillas ayudará a realizar un diagnóstico del estado actual de la educación especial en esa hermana nación caribeña y la identificación de las principales necesidades en ese ámbito.
Con ese objetivo viajó a ese territorio la doctora cubana en Ciencias de la Educación Especial, Mabel Álvarez Bernal, quien brindará su asistencia para coordinar acciones encaminadas a la mejora y el perfeccionamiento de la enseñanza en esa rama.
Cuba puede aportar mucho al avance de esta especialidad en San Vicente y las Granadinas, pues tiene una amplia experiencia y destacados resultados en este campo de la educación, que recibió un notable impulso tras el triunfo de la revolución cubana en enero de 1959.
Antes de esa fecha en el país apenas existían ocho centros de esta índole y se contaba solamente con una veintena de docentes dedicados a esta noble labor.
En la actualidad suman más de 300 las instalaciones de este tipo y sobrepasa la cifra de 14 MIL los profesionales para atender las necesidades especiales de los educandos.
Nunca se ha dejado de cuidar y velar por el avance de esos niños y jóvenes, aún en medio de las carencias que ocasiona el bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
Cuba también apoyó a San Vicente y las Granadinas en el estudio psicosocial y clínico-genético para identificar a las personas en situación de discapacidad física e intelectual.
El pesquisaje, que contó igualmente con la asistencia de Venezuela, permitió trazar una estrategia para la atención a ese sector poblacional y su inserción en la sociedad.
Las autoridades de San Vicente y las Granadinas han expresado en reiteradas ocasiones su agradecimiento a la ayuda solidaria de Cuba que abarca importantes esferas como la salud y ahora se extiende a la educación especial.
En más de treinta años de relaciones diplomáticas, las dos naciones caribeñas han forjado fuertes lazos de amistad, sustentados en el respeto y la cooperación solidaria que se ha intensificado en momentos difíciles para los dos pueblos.
