Israel contra ONU

por Guillermo Alvarado

Impulsado por su arrogancia, el primer ministro del Estado sionista de Israel, Benjamín Netanyahu, abrió un nuevo capítulo en el peligroso sendero de la guerra en el Oriente Medio, al autorizar ataques contra el personal de la Organización de las Naciones Unidas en el Líbano.

Esto sucede luego de que Tel Aviv tomara la decisión absurda de declarar persona no grata nada menos que al mismo secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, un hecho insólito y que no tiene precedentes en la historia del máximo organismo mundial.

De acuerdo con recientes noticias llegadas de esa región, tanques del ejército israelí derribaron la puerta y penetraron en un cuartel de la misión de mantenimiento de paz de Naciones Unidas en el sur del Líbano (Finul), lo que concitó la crítica, incluso, de algunos de sus aliados europeos.

Así, por ejemplo, la primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, férrea defensora de los ataques de Israel contra la indefensa población palestina en la Franja de Gaza, expresó su disgusto por esta incursión.

Sucede que Italia es el país europeo que más efectivos tiene en la Finul, alrededor de 10 mil soldados.

Este contingente también ha resultado víctima de los bombardeos sionistas contra el sur del Líbano y de momento se cuentan por lo menos cinco heridos.

Netanyahu lanzó una cruda advertencia contra la integridad física de los militares cuando los acusó de servir de “escudos humanos” a los combatientes de Hezbollah y exigió a la ONU retirarlos de esa zona, como si él tuviese la autoridad suficiente para darle órdenes a la organización.

Hasta el momento unos 40 países expresaron su total respaldo al mantenimiento de la Finul en Líbano, aunque el objetivo de la misión de resguardar la paz e impedir la militarización del área prácticamente voló en pedazos tras los ataques terrestres israelíes.

Algunos países de la Unión Europea y el mismo Estados Unidos criticaron las acciones de Netanyahu, pero eso equivale a nada, mientras se mantenga el respaldo financiero y militar que alimenta la guerra.

Tel Aviv, mientras, recurre una y otra vez al manido recurso de calificar las críticas como muestras de “antisemitismo”, un argumento totalmente falso porque una cosa es el pueblo judío, y otra, totalmente diferente, es el sistema político e ideológico que lo gobierna, el sionismo.

El tema es que cada día el escenario bélico se agrava, a pesar de las graves consecuencias que tendrá una guerra donde se van sumando actores y peligros para todo el mundo.