Nueva Corte Suprema de Justicia en Guatemala
por María Josefina Arce
En medio de un gran escepticismo, asumieron el domingo último sus cargos en Guatemala los 13 magistrados que integrarán la Corte Suprema de justicia para el periodo 2024-2029.
Se abre un periodo de incertidumbre en la nación centroamericana, pues algunos de los elegidos por el Congreso, de mayoría opositora, han sido vinculados a actos de corrupción.
Ya de por sí todo el proceso ha sido cuestionado por diversos sectores que denunciaron la falta de transparencia y que para la conformación de la lista presentada al órgano legislativo no se realizaron entrevistas, como tampoco se tuvo en cuenta la honorabilidad de los candidatos.
Para el experto constitucional Edgar Ortiz es una incógnita cómo actuarán los jueces, de quienes se espera detengan la tendencia a criminalizar a quienes denuncian casos de corrupción como jueces y periodistas, hostigados durante el mandato del hoy ex presidente Alejandro Gianmattei.
Sin embargo, analistas estiman que el nuevo grupo de magistrados muestra tendencias políticas y alianzas que podrían influir en sus decisiones, lo que irá en detrimento de la justicia.
Por lo pronto quedó fuera de la Corte el fiscal Dimas Jiménez, aliado de Consuelo Porras, Fiscal General de Guatemala, y quien ha protagonizado toda una persecución política contra el presidente Bernardo Arévalo y su Movimiento Semilla.
Recordemos que tras el sorpresivo pase al balotaje de Arévalo y su partido, en los comicios del pasado año, Porras se dio a la tarea de tratar de impedir su victoria y posteriormente su asunción en enero último como nuevo presidente del país centroamericano.
La jornada de este domingo estuvo matizada por el arresto de un ex funcionario del Tribunal Supremo Electoral, quien iba a asumir como magistrado de Sala de Apelaciones y es investigado precisamente por la Fiscalía por la supuesta irregularidad en la inscripción de un partido político.
Durante el actual proceso fueron elegidos también por el Congreso los más de 170 miembros y suplentes de las Salas de Apelaciones, de las que se logró quedara fuera el cuestionado fiscal Rafael Curruchiche, quien también fue un aliado de Porras en sus intentos por frenar la toma de posesión de Arévalo.
Se abre un periodo de incertidumbre en Guatemala, habrá que ver si los magistrados electos demuestran el compromiso que los debe caracterizar con la justicia y cumplen con imparcialidad su labor, o por el contrario el sistema judicial del país sigue inmerso en la impunidad y la corrupción.