Por María Josefina Arce.

La solidaridad que siempre está presente entre los cubanos se ha intensificado por estos días, ante el  difícil panorama en territorios de la zona oriental del país, especialmente en la provincia de Guantánamo, tras el reciente  paso del huracán Oscar que lamentablemente provocó la pérdida de vidas, así como considerables  daños materiales.

Como es habitual ante complejas situaciones, las organizaciones de la sociedad civil se han movilizado para hacer llegar ayuda a los damnificados y brindar su asistencia en lo que haga falta.

Y la juventud  siempre a la vanguardia. La UJC, Unión de Jóvenes Comunistas, llamó a conformar brigadas para apoyar el esfuerzo desplegado por el gobierno para atender a cada ciudadano necesitado.

En igual sentido se han pronunciado otras organizaciones juveniles, como la FEU, Federación de Estudiantes Universitarios, y la Asociación Hermanos Saiz, que agrupa a jóvenes artistas.

A esta creciente solidaridad se han sumado desde un principio los CDR, Comités de Defensa de la Revolución, la FMC, Federación de Mujeres Cubanas, y la CTC, Central de Trabajadores de Cuba.

Igualmente muchos ciudadanos, de manera espontánea  y a través de las redes sociales, han llamado a aunar fuerza y contribuir, con lo que cada cual pueda aportar, a aliviar las carencias que enfrentan nuestros compatriotas por el devastador paso del huracán.

No es la primera vez que los cubanos demuestran ese espíritu solidario que siempre los ha caracterizado. Cuando el tornado en 2019  en La Habana los damnificados recibieron ayuda no sólo del resto de los pobladores de la capital, sino de todo el país.

Impresionante fue la respuesta de los ciudadanos, tras la explosión en mayo de 2022 en el Hotel Saratoga, en La Habana. Fueron muchos los que acudieron a donar sangre y otros que de una u otra forma apoyaron la labor de los rescatistas.

Y en septiembre de 2022 hasta la occidental provincia de Pinar del Río, tras el azote del huracán Ian,  llegaría también la ayuda de todo un pueblo para los numerosos damnificados.

Ante cada situación difícil que ha enfrentado el país por eventos meteorológicos o accidentes, han sido incontables los gestos de solidaridad y amor entre los cubanos, que hablan por sí solos de la grandeza de un pueblo.