Javier Milei. (Imagen de archivo/RHC)
Por: Roberto Morejón
El ultraderechista presidente argentino, Javier Milei, transformó las relaciones internacionales con el mundo, basado en priorizar a países defensores de la propiedad privada.
El dirigente del movimiento La Libertad Avanza, defiende conceptos tan peregrinos como que Occidente peligra, porque los que supuestamente deben defender sus valores tienen una visión del mundo proclive al socialismo.
El ultraderechista primer mandatario lleva los nexos con el exterior a la proximidad con Washington, en una operación tan marcada como la rubricada por el expresidente Carlos Menem.
Darle adiós o reducir los nexos con China o Brasil, dos de los principales socios de Buenos Aires, y con el sur global, concentrar la mirada en Occidente y alinearse medularmente con Estados Unidos, constituyen la piedra angular de los nexos internacionales.
El gobernante visitó varias veces la potencia del Norte en tanto declinaba asistir a importantes reuniones de gran interés económico para Argentina.
Pero el estadista, criticado por su extravagancia, prefiere acercarse a exponentes del capitalismo rampante, como Elon Musk, el dueño de Tesla, y admirador de Donald Trump.
Entre sus primeros viajes al exterior figuró la asistencia a una cumbre ultraconservadora de la extrema derecha estadounidense.
No por casualidad renunció al BRICS, negociado bajo el gobierno de Alberto Fernández y que sería efectivo al iniciarse este año.
En abril de 2024 el ministro de Defensa Luis Petri manifestó la intención de su país de sumarse como socio a la OTAN.
Todos esos pasos son celosamente supervisados por el gobernante, tanto que el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, quien dijo existir en Argentina solo una política exterior, la definida por el presidente.
El nuevo titular, allegado a los hermanos Milei, reemplaza a Diana Mondino, quien votó a favor de Cuba en contra el bloqueo de Estados Unidos en la Asamblea General de la ONU.
Otro de los referentes políticos de Milei es el genocida Estado de Israel, con un poder económico asentado en su influencia militar, impuesto mediante represión salvaje en Cisjordania, Gaza, Alturas del Golán y ataques a Líbano.
El gobierno argentino permanece inmutable ante el exterminio de palestinos en Gaza y suscribe las tesis de Tel Aviv de que para exterminar a los movimientos Hamas y Hesbolah, si es necesario se liquidan los civiles.
Con varios encontronazos con gobiernos latinoamericanos, Milei se solaza en su programa para quebrantar las tradicionales relaciones exteriores de Argentina con países del Sur y el no alineamiento.