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Por Roberto Morejón
Al cabo de muchos años de dudas acerca de si los culpables de un horrendo crimen en Brasil serían condenados finalmente, un jurado dictó un fallo de pena de cárcel contra los asesinos de la destacada activista social, Marielle Franco.
Ronnie Lessa y Elcio Queiroz, ex policías militares, han sido condenados a 59 y 78 años de cárcel por el asesinato de la concejal y activista Marielle Franco y su chofer, Anderson Gomez.
La ejecución de ambos en 2018 conmovió a Brasil y más allá, pues la activista de 38 años era reconocida por su defensa de los derechos de la población afrodescendiente, del respeto a las personas con diversidad sexual y de la prerrogativa reproductiva de las féminas.
Desde una prisión de máxima seguridad, Lessa confesó que el asesinato de la socióloga fue ordenado por cabecillas de los escuadrones de la muerte de Río de Janeiro, porque sintieron amenazado su negocio inmobiliario por el activismo de Franco.
El crimen de connotación marcadamente cruel de la también militante del Partido Socialismo y Libertad también debería servir, según los homicidas, para intimidar a las personas que denuncian la violencia en las favelas y las maniobras de grupos parapoliciales.
Madre a una edad temprana, Franco ganó simpatía por su acercamiento a los más vulnerables.
En 2014, fue la diputada federal y estatal más votada en Brasil y en 2018, buscó la vicepresidencia del país, impulsando una plataforma política enfocada en la inclusión social y los derechos humanos.
Promovió asimismo las cuotas universitarias impulsadas en los años dos mil por el gobierno de Luiz Inacio Lula Da Silva.
Eran tiempos en que fuerzas honestas buscaban tanto el ingreso de jóvenes negros y pobres a instituciones de altos estudios y también una transformación ordenada hacia una sociedad más inclusiva.
Todavía restan pasajes de la investigación policial por divulgarse, pues dos hermanos influyentes, Chiquinho y Domingos Brazao, conocidos en el tablero marginal de Río de Janeiro, fueron detenidos hace unos meses como presuntos autores intelectuales del crimen.
No puede olvidarse que la causa a favor de impartir justicia en el caso Franco fue asumida por la izquierda y sitiada por los ultraconservadores que llevaron al poder al tristemente célebre Jair Bolsonaro.