Trump ante el cambio climático
por María Josefina Arce
La economía, el aborto, inmigración y armas de fuego son temas que preocupan a los estadounidenses, que acudieron este martes a las urnas para elegir al nuevo presidente de Estados Unidos. Pero hay otro tópico que aunque en menor medida también acapara ya una mayor atención y que ha estado en un segundo plano en la campaña electoral: el cambio climático.
Y es que el territorio norteamericano ha sufrido en el presente año incendios en el estado de California y huracanes de gran intensidad como Helene y Milton, en septiembre y octubre pasados, con la pérdida de vidas humanas y daños por miles de millones de dólares.
Para muchos resulta preocupante la postura sobre el cambio climático del republicano Donald Trump, quien retorna a la Casa Blanca para un segundo mandato presidencial, tras imponerse a la demócrata Kamala Harris en los comicios de este martes.
De engaño ha calificado el magnate este fenómeno y durante su primer mandato de 2017 a 2021 retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París, un tratado internacional suscrito en 2015 y que compromete a las naciones a reducir las emisiones de efecto invernadero.
Pero en su férrea defensa de las empresas fue más allá y echó atrás unas 125 normas y políticas ambientales, encaminadas a proteger el aire, el agua, la tierra y la fauna del país.
Muchos recuerdan que a apenas dos meses de haber asumido la presidencia, Trump firmó una orden ejecutiva para reactivar la industria de los combustibles fósiles.
En este camino brindó su apoyo a la extracción de carbón, a pesar de las críticas de diversos sectores.
En su campaña actual Trump prometió eliminar las inversiones a las fuentes de energía renovable y los autos eléctricos y aumentar la producción nacional de combustibles fósiles.
Organizaciones ecologistas han calificado de suicida la postura del republicano sobre la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad.
El Coordinador de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha indicado que Estados Unidos es uno de los mayores responsables de la injusticia climática actual y debería ser por tanto, uno de los primeros en descarbonizarse.
En opinión de muchos el nuevo mandato de Donald Trump puede asestar un duro golpe a los esfuerzos globales a favor del cuidado del planeta en que vivimos.