Municipios guantanameros van regresando a la regularidad. (Foto: Solvisión)
Por RobertoMorejón
Del lodo que llegó a cubrir accesos a comunidades, viales y viviendas se ha pasado en cuatro municipios de la oriental provincia cubana de Guantánamo a un paulatino regreso a la regularidad, después del azote del huracán Oscar el 20 de octubre.
A poco más de un mes del castigo a los municipios de San Antonio del Sur, Maisí, Baracoa e Imías, el ímpetu del rescate no declinó, protagonizado por los residentes, colaboradores de otras provincias y la ayuda internacional.
En Guantánamo queda la restitución de dos sistemas de acueductos, pero la provincia llega al 99,3 por ciento del abasto de agua.
Los servicios de electricidad y de telefonía fija fueron devueltos al 100 por ciento de los clientes y más de 1470 viviendas recobraron su funcionalidad.
Todavía queda mucho por hacer en Guantánamo incluyendo la atención a miles de viviendas con pérdida parcial y total de techos, además de las derribadas por las lluvias y vientos del huracán Oscar.
Técnicos y activistas evalúan los daños, clasifican y confeccionan fichas técnicas y definen en las oficinas de trámites las prioridades de la recuperación.
El Estado cubano coloca insumos y materiales en tiendas, ajustado a los requerimientos mínimos de hogares modestos, pues no existen las condiciones materiales para ir más allá.
Lo imperativo en Guantánamo y en el occidente del archipiélago golpeado en noviembre por el huracán Rafael, es que las personas no queden desamparadas y avanzar en la reparación de inmuebles.
El ardor de las faenas en Guantánamo ha permitido la reapertura de hoteles de turismo en Baracoa y Maisí, luego de que el huracán Oscar averiara 17 de las 28 existentes.
No se puede afirmar que en Guantánamo todo volvió al mismo punto anterior al cruce del fenómeno meteorológico, pues queda mucho por hacer e incluso restan respuestas para damnificados del huracán Matthew, en octubre de 2016.
Pero es llamativo el índice de resarcimiento de daños en Guantánamo en un país aquejado asimismo por otro huracán, dos fuertes sismos y con un sistema electroenergético en apremiante situación, por el envejecimiento de las termoeléctricas.
O sea, en la mayor de las Antillas deben atenderse varias contingencias al unísono, en medio de una aguda escasez de moneda dura, causa en lo esencial del bloqueo estadounidense y la colocación del país en una lista de los que en Washington llaman patrocinadores del terrorismo.