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Por Roberto Morejón
Los cubanos hacen el máximo de esfuerzos por sostener sus producciones de níquel al tratar de amortiguar el impacto del bloqueo estadounidense, las contingencias del sistema electroenergético nacional y la volatilidad de los precios en el mercado foráneo.
Con sus principales yacimientos ubicados en la oriental provincia de Holguín, la explotación del níquel se circunscribe a dos plantas de extracción activas, la Ernesto Che Guevara, íntegramente nacional, y la empresa mixta Moa Nickel S.A., entre la mayor de las Antillas y la compañía canadiense Sherritt.
La televisión local recordó las tres décadas del negocio conjunto y subrayó en un reportaje que la planta Pedro Sotto Alba no ha detenido sus máquinas y prosigue la producción de sulfuros de níquel y cobalto.
En el informe público trabajadores entrevistados afirmaron tener muchas motivaciones y subrayaron disposición a recuperar el ritmo productivo gracias a las mejoras en las minas y a la eficiencia metalúrgica, razones que predicen un aporte este año de 32 mil toneladas.
De alcanzarse la meta, el resultado sería superior al de los dos últimos años, lo que representa una buena señal.
Así lo es porque no son pocos los escollos, dado que el país enfrenta un déficit en la generación de electricidad por la obsolescencia de sus termoeléctricas.
Además, la nación caribeña ha atravesado durante el año carencias de combustible, en cuyo surtido incide el bloqueo de Estados Unidos.
Asimismo, el huracán Oscar castigó el oriente del archipiélago en octubre y ocasionó daños en el territorio, aunque, como señalaron los trabajadores, la planta Comandante Pedro Sotto Alba mantiene el rumbo.
La mina de níquel en el municipio holguinero de Moa y todas las instalaciones de Energas SA, con la participación de Sherritt, regresaron a su plena capacidad, apuntó la empresa.
Energás es sinónimo de eficiencia, pues consta de dos confiables plantas de ciclo combinado en el occidente del país para generar electricidad de bajo costo a partir de gas natural de origen nacional.
Si bien las carencias materiales son pronunciadas a causa fundamentalmente del asedio de Estados Unidos, los cubanos confían en sus potencialidades, al ser este país el quinto con mayores reservas de níquel del mundo.
No puede olvidarse que la planta Pedro Soto Alba, base de la empresa mixta con la Sherritt, es calificada como modelo de negocio conjunto próspero y sostenible.
Al igual que el otro enclave procesador, trabaja arduamente para vencer escollos tecnológicos.