Sirios buscando asilo en países europeos. Imagen: 20minutos
por Guillermo Alvarado
Mientras muchos en el mundo todavía están tratando de digerir los acontecimientos que llevaron a la caída del gobierno de Bachar al Assad en Siria, así como la manera en que este suceso va a impactar a la región del Oriente Medio, algunos países ya comienzan a mover sus fichas.
Uno de los primeros fue el Estado sionista de Israel que, ni corto ni perezoso, aprovechó el vacío de poder en Damasco para hacer algo que no podía ni siquiera intentar en los últimos 50 años, como fue mandar tropas y blindados al territorio de Siria desde los Altos del Golán.
Al respecto dijeron desde Tel Aviv que el ingreso del ejército a la zona desmilitarizada de Siria es temporal y tiene como propósito garantizar la seguridad de las fronteras, argumento para nada creíble.
Precisamente esa es la excusa utilizada por el régimen sionista cada que ocupa territorios palestinos, que lo llevaron, ante la mirada impávida de los organismos internacionales a robar casi todo un país y expulsar a sus ciudadanos o exterminarlos, como hace ahora en Gaza.
De inmediato algunos países árabes, como Egipto, Qatar e Iraq condenaron esta acción que viola numerosas leyes y acuerdos.
Señalaron estos gobiernos que el movimiento de tropas sionista es una clara agresión contra la integridad territorial y la soberanía de Siria, además de contravenir el acuerdo de separación de ambos países firmado en 1974.
Indudablemente Israel está jugando a robar más territorio vecino, algo en lo que siempre ha contado con el apoyo incondicional de su principal aliado, Estados Unidos.
Pero no es lo único que está ocurriendo, pues sucede que varios países de la Unión Europea decidieron suspender la tramitación de solicitudes de refugio de ciudadanos sirios, que tras la caída de Damasco ahora están en un limbo migratorio, pues muchos de ellos no pueden volver a su país.
Uno de los primeros en aplicar esta medida fue Alemania, donde habitan casi un millón de sirios, de los cuales alrededor de 650 mil fueron declarados elegibles para otorgarles asilo o una condición migratoria especial.
Suecia, Dinamarca y Noruega anunciaron similar actuación y todo indica que en las próximas horas Francia se sumará al grupo.
En Austria el asunto es aún más drástico, pues no sólo se revisarán uno por uno los casos ya aprobados, sino que también se está preparando un programa masivo de expulsiones.
Sin ninguna duda nuevos acontecimientos ocurrirán pronto en torno a un país que es rico en recursos energéticos y despierta el apetito de muchos.