
Atropello en Nueva Orleans y explosión en Las Vegas un vehículo Tesla Cybertruck
por Guillermo Alvarado
La sociedad estadounidense recibió el nuevo año con tristes noticias debido a graves actos de violencia que dejaron hasta el momento 16 muertos y numerosos heridos, mientras crece en ese país, mal llamado de las oportunidades, un sentimiento de inseguridad y temor.
En las primeras horas del 1 de enero un camión arremetió contra la multitud que festejaba la fecha en el Barrio Francés de la ciudad de Nueva Orleans, causando inicialmente 10 fallecidos, si bien otros cinco perdieron la vida más tarde debido a la gravedad de sus lesiones.
Además, en la ciudad de Las Vegas un vehículo Tesla Cybertruck, de los que fabrica la empresa del nuevo amigo íntimo de Donald Trump, el empresario de origen australiano Elon Musk, explotó justo frente a la entrada de un hotel propiedad del futuro presidente de la potencia norteña.
Por supuesto que Trump aprovechó inmediatamente para arremeter contra la migración, en la misma tónica utilizada durante su campaña para llegar de nuevo a la Casa Blanca.
Los criminales que llegan de afuera son peores que los estadounidenses, dijo el magnate inmobiliario.
Solo que, a contrapelo de lo que opina el próximo ocupante del Despacho Oval, tanto Shamsud-Din Bahar Jabbar, autor del ataque en Nueva Orleans, como Matthew Livelsberger, responsable de lo ocurrido en Las Vegas, son estadounidenses por nacimiento y, por cierto, los dos estuvieron en el ejército.
Pero eso no fue todo, pues en la noche del 1 de enero un grupo de sujetos dispararon indiscriminadamente contra una multitud en el exterior de un club de eventos privados en Nueva York.
Como resultado hubo 10 heridos, seis mujeres y cuatro hombres y ninguno de ellos presenta riesgo vital, según dijo la policía local.
Las autoridades descartaron cualquier tipo de vinculación entre estos graves incidentes, pero son claros los síntomas de una violencia irrefrenable y habría que ver hasta donde los discursos de odio que gusta pronunciar Trump a cada momento, están influyendo en este ambiente irrespirable.
Siembra vientos y cosecharás tempestades afirma la sabiduría popular y el próximo presidente de la potencia militar más grande del planeta tiene, por un lado, un carácter irascible y por el otro utiliza un lenguaje visceral a irreflexivo, que genera anticuerpos entre las personas.
Nadie sabe por ahora cuántas de las amenazas que ha lanzado en estos tiempos podrá ejecutar una vez dentro de la Casa Blanca, pero es un hecho que está generando odio y temor, dos sentimientos muy peligrosos.